Diversas autoridades han negado la presencia de cárteles de la droga en Querétaro, ¿seguiremos así?
Hace unos días, se dio a conocer que, acorde con un informe de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), en Querétaro —si bien no existe el predominio de un cártel de la droga— sí están presentes el cártel de los Caballeros Templarios y el de los Beltrán Leyva. Inclusive, señala que existe un acuerdo entre ambos cárteles para “no calentar la plaza”.
Ante ello, diversas autoridades han descalificado la información y han expresado que no es cierto que tengamos la presencia de los cárteles mencionados. El último en expresarlo así fue el comandante de la 17 zona militar, quien manifestó que, si bien no podía negar la presencia de dichos cárteles, no tenía información sobre su existencia en el estado.
Es muy cierto que en Querétaro todavía no vivimos la narcoviolencia que vemos en otras entidades del país, donde hay narcobloqueos, se presentan balaceras en magnitud, ejecuciones, decapitados, colgados en puentes y demás barbaridades. Las razones son diversas y muy variadas, inclusive se dice que dicha “paz” se debe a que aquí radican las familias de algunos capos, otros lo atribuyen a la acertada política de seguridad.
Independientemente de si están o no presentes los cárteles, lo cierto es que Querétaro es una plaza atractiva para la venta de drogas, por lo que no deberemos extrañarnos si el día de mañana observamos la presencia de cárteles en el estado y el enfrentamiento entre ellos con la violencia que los caracteriza. No lo podemos negar (hacerlo sería una aberración); en Querétaro existe un mercado para la venta de drogas muy interesante. El número de adictos ya es importante y, además, está creciendo. Por tanto, el valor económico del mercado de drogas es muy atractivo.
Aunado al número creciente de adictos y al valor económico que representa, encontramos jóvenes consumidores que cada vez se vuelven más violentos, tal y como lo podemos observar en la Encuesta Encode 2014. Dicha encuesta señala que 11.9% de los jóvenes en el estado “tiene un amigo” que ha golpeado a alguien para hacerse respetar o sólo porque le caía mal; 9% ha ganado dinero participando en un grupo criminal; 8.9% ha participado en actos de vandalismo; 8.7% ha maltratado o humillado a una o más personas; 7.6% se ha unido a pandillas violentas; 6.8% ha sido arrestado; 5.5% ha maltratado animales intencionalmente; 4.2% ha tenido armas; 3% ha vendido drogas. Una de dos, o los amigos violentos son muy populares o son muchos los jóvenes violentos que ya han cometido delitos.
De cualquier manera, son malas noticias porque dichos jóvenes son sumamente susceptibles de ser reclutados por la delincuencia organizada. El que dichas pandillas o bandas delictivas se transformen en células del crimen organizado es relativamente sencillo y rápido.
Finalmente, manifiesto que todavía estamos a tiempo de evitar la presencia y actuación de los grandes cárteles de la droga en Querétaro, y todo lo que esto implica. Creo que si evitamos que más jóvenes caigan en el consumo de drogas ilegales y también legales (estas últimas son la puerta de entrada a las ilegales), estaremos evitando que las pandillas se nutran y crezcan, y con ello el que se transformen en parte activa de los grandes y peligrosos cárteles de la droga nacionales.
Fuente de los deseos: ojalá despertemos y nos demos cuenta de que como sociedad —sin armas ni enfrentamientos a balazos— también podemos contribuir a evitar la presencia de los grandes cárteles de la droga en Querétaro. ¡Ojalá!
Fuente: El blog del Narco
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