CIUDAD DE MÉXICO.- El día de ayer un juzgado federal del reclusorio norte autorizó la extradición de Joaquín Guzman Loera, líder del Cartel de Sinaloa a California donde una Corte lo acusa de tráfico de drogas, la denuncia más antigua que el capo tiene en Estados Unidos, aseguró a Proceso el abogado defensor del capo, Carlos Castillo.
“El gobierno de México puede extraditarlo si así lo decide, pero sería ilegal, lo ha hecho en otros momentos con presos como Osiel Cardenas Guillén (líder del Cartel del Golfo)…no dudo que en el caso del señor Guzmán lo puedan hacer”, comentó Castillo aunque aclaró que no es posible saber aún si el cambio de prisión del capo del Altiplano al Cefereso No. 9 fue con fines de extraditarlo o por protocolo de seguridad como señaló más temprano.
En medio de un intenso dispositivo de seguridad, la madrugada de este sábado 7 de mayo, Joaquín Guzmán Loera, líder del Cartel de Sinaloa, fue cambiado súbitamente de prisión. Ya no se encuentra preso en el Cefereso No. 1 El Altiplano, de donde escapó el 11 de julio de 2015. Ahora se encuentra recluido en la frontera norte en el Cefereso No. 9, ubicado Ciudad Juárez, Chihuahua.
Desde la madrugada, la autora de este reporte recibió la información de que se estaba moviendo a Guzmán Loera del Altiplano, donde fue encarcelado tras su reaprehensión ocurrida el 8 de enero pasado, en un operativo en el que participó la Policía Federal y en el que incluso estuvo presente Enrique Galindo, titular de esa dependencia, entre otras corporaciones. Se afirmó que estaba siendo trasladado a Ciudad Juárez, Chihuahua, para ser extraditado a Estados Unidos donde el capo tiene pendientes dos órdenes de extradición, una en una corte de California y otra en Texas.
Se consultó a los abogados y familiares de Guzmán Loera desde las primeras horas de este día pero desconocían que había sido súbitamente movido del Altiplano, ubicado en La Palma, Estado de México.
La primera información confirmada por su abogado Carlos Castillo a Proceso es que el líder del Cartel de Sinaloa fue trasladado al Cefereso No. 9, aparentemente por protocolo de seguridad, el cual se aplica por la presunta peligrosidad de Guzmán Loera, es decir, que pueda vulnerar la seguridad del Altiplano, como ya había logrado hacer el 11 de julio de 2015, o porque la seguridad de El Chapo pudiera ser vulnerada. Pero las fuentes de información de la Policía Federal consultadas insisten que el movimiento del capo es para extraditarlo.
Castillo asegura que el movimiento de su cliente del penal fue ilegal. “Ahorita de primera mano le digo que no fue legal el movimiento, se le debió haber pedido permiso a los jueces en donde se encuentran sus procedimientos de extradición y a los jueces donde se encuentran sus causas penales, no nada más en Toluca sino en el Distrito Federal, en La Paz, en Matamoros, en Guadalajara, en todos esos lugares donde el señor Joaquín tiene procesos penales abiertos”. Afirmó que la defensa va a comenzar enseguida los procedimientos para solicitar la devolución de El Chapo a El Altiplano.
Sobre la extradición, señaló que aunque el juzgado federal ayer dio su visto bueno para que Guzmán Loera sea extraditado a California, falta que la Secretaría de Relaciones Exteriores emita un acuerdo autorizando o negando la extradición, y que ante eso su cliente tendría la opción de ampararse ante esa resolución.
“En estricto sentido el gobierno de México no puede extraditar al señor Guzmán hasta que, si es el caso, se niegue el amparo que en su momento se promueva en contra del acuerdo de extradición que emita la Secretaría de Relaciones Exteriores. Extraditar en este momento al señor Guzmán sin haber agotado el procedimiento respectivo sería a todas luces ilegal”.
La nueva prisión de máxima seguridad de El Chapo, considerado por el gobierno de Estados Unidos como el narcotraficante más poderoso del mundo, se encuentra ubicada en la carretera Panamericana kilómetro 338, en la carretera que corre de Chihuahua a Ciudad Juárez, en el corazón de la sede del Cártel de Juárez, con quien el Cártel de Sinaloa ha entablado una guerra sangrienta desde hace 8 años.
También se hizo contacto con Emma Coronel, la esposa de Guzmán Loera, quien esta mañana afirmó que no sabía nada sobre el traslado de su esposo. Cuando le fue confirmado señaló que su prioridad era saber cómo se encontraba. Tras su reaprehensión ocurrida en enero pasado Coronel denunció que el capo sufría malos tratos en el Altiplano, entre ellos que no lo dejaban dormir provocándole una presión arterial alta que estaba poniendo en riesgo su vida.
El Cefereso No. 9 también es considerado una cárcel de máxima seguridad, pero el 15 de marzo de 2014 se intentaron fugar cinco reos saltándose la reja del penal. Tres fueron recapturados y dos, Alejandro Sánchez García y Alvaro Eguiarte Silva se lograron fugar. Ambos eran integrantes del grupo criminal La Línea, brazo armado del Cártel de Juárez.
Fuente: Proceso
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