El ex narcotraficante tiene intenciones de solicitar un amparo para que no se cierre la escuela que el edificó en la comunidad de la que es oriundo
México.- Durante la entrevista que hizo la periodista mexicana Anabel Hernández, de Proceso a Rafael Caro Quintero, uno de los hombres más buscados en Estados Unidos, se tocó un tema que ha llamado la atención a propios y extraños, la educación en México.
En repetidas ocasiones se ha hablado sobre las necesidades que impulsan a niños y jóvenes a introducirse en actividades ilícitas, una de ellas la situación de pobreza y la falta de oportunidades que se tiene de obtener una buena educación.
En una de sus respuestas el antiguo capo de la droga, señaló que está en la búsqueda de un amparo para que no cierren la escuela que él mismo se encargó de levantar para los niños de La Noria, Badiraguato, comunidad de donde es originario.
Lamentó que ahora que no estuvo casi todas las familias se fueron y quedaron alrededor de 12 ó 14 niños, por lo que quieren cerrarla, situación que no le parece.
"¿DE QUÉ SE TRATA? EL PRESIDENTE ES LO PRIMERO QUE DICE, QUE NINGÚN NIÑO DEBE QUEDARSE SIN EDUCACIÓN, LAS PALABRAS SON DE ÉL ¿NO LAS RESPETA NADIE O QUÉ?" COMENTÓ CARO QUINTERO A ANABEL HERNÁNDEZ.
Ante esto se han desatado una serie de comentarios, entre estos el del periodista y escritor mexicano, Diego Enrique Osorno a través de su Twitter, donde cuestiona en qué país vivimos, donde un capo solicita ampararse por el cierre de una escuela.
Pide que lo dejen vivir en paz.
Caro Quintero asegura que fue desde el 84 que dejó el negocio ilícito y asegura que ha pagado caro el haberse metido en éste, ahora jura que no lo volvería a hacer y envió un mensaje a los jóvenes para que no se dejen llevar por espejismos y apariencias, pues el llamado 'dinero fácil' se paga muy caro una vez que estás adentro.
Con su avanzada edad pide perdón al gobierno mexicano y estadounidense y asegura que no es un peligro para la sociedad de ninguno de los dos, por lo que pide que lo dejen en paz en lo que le queda de vida.
Fuente: El debate
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