Una vez que la Cancillería mexicana ha dado luz verde para que Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo” sea extraditado a Estados Unidos para enfrentar en aquel territorio las penas por los delitos que se le imputan, a la defensa de Guzmán le toca el turno de interponer juicios de amparo para evitar –o al menos postergar—su traslado.
Esta semana, el fundador del cártel narcotraficante de Sinaloa ha vuelto a ser noticia, después de su traslado al Centro Federal de Readaptación Social número 9 en Ciudad Juárez, en la fronteriza entidad mexicana de Chihuahua.
A Guzmán Loera se le requiere en Estados Unidos para ser juzgado por la corte federal del Distrito Oeste de Texas, así como por la del Sur de California. Sin embargo, todavía no se sabe cuándo es que el capo mexicano pisará territorio estadounidense.
José Refugio Rodríguez, uno de los abogados de Guzmán Loera, dijo en entrevista televisiva que el proceso para que se logre la extradición podría tomar hasta cinco años, dependiendo del recurso de amparo que decidan interponer, para lo cual cuentan con un plazo de 30 días.
Para la televisora Milenio, el abogado dijo que aunque su cliente y todo su equipo de abogados se encuentran tranquilos, pues esperaban esta resolución, Guzmán es consciente de que “la verdadera batalla contra la resolución de extradición se va a librar en el juicio de amparo que promuevan ante el juez de distrito y que en su momento muy probablemente llegue hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación”.
Rodríguez añadió que han podido detectar “deficiencias en el sustento de la extradición”, como que la acción penal ya caducó en el caso de California, y que en Texas hay pruebas insuficientes, por lo que no descartó que se recurra a tribunales internacionales para defender el debido proceso.
“En este momento, él no puede ser extraditado porque tenemos dos suspensiones de plano que impiden llevárselo fuera de procedimiento legal, o sea, antes de que se cumplan los 30 días que tenemos para presentar un amparo contra Relaciones Exteriores”, cita al abogado la web del periódico Reforma.
José Refugio Rodríguez añadió en tanto que Guzmán Loera contempla la posibilidad de entregarse a las autoridades estadounidenses, siempre y cuando logre un acuerdo que le resulte favorable. Esto aceleraría el proceso de extradición.
“Se van a seguir dos caminos y si se logra algún arreglo, nos desistiríamos de los juicios de amparo y se iría a Estados Unidos”, indicó.
En caso contrario, si la defensa presenta un amparo ante el juzgado, el mismo podría tardar hasta seis meses en emitir una sentencia al respecto. Si el amparo le es negado a “El Chapo”, puede solicitarle una revisión del fallo ante un tribunal colegiado, que tardaría también un máximo de seis meses en emitir una sentencia.
Si el tribunal colegiado le niega también el amparo, la defensa del capo podrá entonces solicitar una revisión a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero esto solo será viable si los abogados de Guzmán encontraran algún argumento con base en los tratados internacionales o en la constitución mexicana.
Pero si la Corte admite revisar el caso, la revisión demoraría un mínimo de tres meses.
Actualmente, unas 25 millas separan a Guzmán Loera de Estados Unidos. “Que se lo lleven porque a cuánta gente no perjudicó”, dice Manuel Sepúlveda a Francisco Cobos, reportero de Univision Noticias en Ciudad Juárez. “De aquel lado va a estar mejor, mejor cuidado”, coincide Adriana Gutiérrez, otra residente de Ciudad Juárez.
Fuente: Univision
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