Algunos de nosotros hemos llegado a pensar; “Voy a quitar las tortillas y el pan para bajar de peso”, es cierto que en algunos casos puede ser la solución… Aunque bastante temporal, pues no representa un cambio alimenticio permanente.
La realidad es que no en todos los casos es una regla. De hecho para algunas personas puede representar todo lo contrario, pues al suprimir alimentos puede empezar a ganar peso.
Recordemos que desde los inicios de la humanidad, y pensando de una manera más biológica, nuestra especie está diseñada para soportar grandes temporadas de caminatas en persecución de una presa, para que caiga en nuestra trampa y poder acorralarla para que entre un buen número de individuos obtengamos carne que nos alimentará por un buen periodo de tiempo.
Con ello almacenaremos también energía y formaremos musculatura para prepararnos para la siguiente cacería, que tal vez pueda durar más, por lo que el almacenar grasa en periodos difíciles o de estrés, resulta de gran importancia para la supervivencia durante la cacería.
Posteriormente la humanidad fue creando granjas y cultivando su propio alimento, con ello fue permaneciendo más tiempo en un solo lugar y requiriendo menos aporte de carne y grasa almacenada.
El gran gasto energético que se requiere al cultivar compensaba las largas jornadas de cacería.
Pues bien, tu cuerpo está diseñado así, en mayor o menor medida tiene mecanismos de acumulación de grasa que son importantes para sobrevivir.
Para empezar, no es fácil para el cuerpo distinguir si estás de cacería, cultivando o sentado 10 horas al día en un escritorio, así que si, adicionalmente suprimes exageradamente el alimento o te saltas una comida con el afán de comer menos y adelgazar, puedes estar confundiéndolo y pidiéndole que acumule energía por la falta de alimento.
Es por esto que no todas las dietas les funcionan a todos, una dieta debe ser personalizada y evaluada a través del tiempo, convirtiéndose más que en una receta en una terapia y un modo de vida.
También de aquí es la gran relevancia de ¡combinar la actividad física y la alimentación balanceada y suficiente para perder peso!.
Así que el tip en esta ocasión es que ¡te actives y alimentes de una manera saludable y balanceada!
Fuente: Eme de mujer
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