Nadie quiere tener el mismo tipo de sexo TODOS los días
Y si estás en la búsqueda de diferentes técnicas y formas de llegar al orgasmo como nosotras, tienes que seguir leyendo. El ano y el recto son parte de nuestro cuerpo que, estimulados correctamente, afectan directamente a los genitales.
El clítoris no sólo es un botón, de manera interna llega a extenderse hasta el ano. Por eso mismo, durante la penetración anal, también puede estimularse el clítoris. De igual manera, el nervio del pene y el escroto, también se extiende hasta el ano.
El orgasmo anal sucede a través de la estimulación indirecta del punto G, gracias a la pared que comparten el recto y la vagina. Con la estimulación correcta, las probabilidades de tener un orgasmo con penetración anal son MUY altas.
Por si fuera poco, existe otra área en la parte baja de la vagina, cerca del útero, que puede ser esimulada a través del tejido que separa la vagina del recto y puede producir orgasmos súper intensos.
¿Y cómo? Sigue los siguientes pasos
Ve SÚPER lento: El sexo anal no es recomendable si sólo tienes 15 minutos libres. Si vas a hacerlo, debes hacerlo BIEN.
¿Confianza? Las primeras veces en que intentes el sexo anal, te sentirás muy vulnerable, así que es imprescindible que confíes en tu galán y te brinde el suficiente apoyo y cariño que necesitas (y mereces) a la hora de intentar nuevas cosas.
MUCHO lubricante: Piensa en cuánto lubricante usas normalmente y triplica la dosis. Cuando hablamos de sexo anal, entre más lubricación haya, mejor.
Empieza con algo pequeño: Antes de empezar con algo directo, usa un dedo o un juguete sexual. Si no te acomoda un simple dedo, créeme, no querrás que te metan algo más grande.
La comunicación es clave: Si tu pareja está haciendo algo que no te gusta o te provoca dolor, no te atrevas a quedarte callada. Expresa lo que sientes y detente antes de que te lastime demasiado.
Concéntrate en el clítoris: La forma más fácil de asegurar un orgasmo a través del sexo anal es agregando estimulación de clítoris DURANTE la práctica. Algunas mujeres pueden llegar al orgasmo con la penetración anal por sí sola, pero la mayoría no lo logran a la primera ni a la décima. El clítoris es la clave para la penetración genital, pero también puede aprovecharse con el anal.
Intenta con el coito primero: Podrías empezar con lo básico antes de intentar el sexo anal. Al estimular una combinación de zonas erógenas, estarás más lista (y excitada) para probar algo nuevo.
No te fuerces: Si tu galán no fue bendecido con un miembro grande, la penetración profunda estará bien, pero si te salió bien dotado, posiblemente no entre la mitad de su amigo. Y realmente no es necesario, con que agarre un buen ritmo y sepa hasta dónde puede llegar, ambos lo disfrutarán al máximo.
Detente cuando duela: Si lo hacen de manera lenta, estás excitada, usan MUCHO lubricante y se comunican bien, no tiene porqué haber dolor en lo absoluto. Mientras no lo fuercen, todo debería ser placentero y excitante.
Fuente: Eme de mujer
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