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La historia de María José, de edecán a los moteles


La joven pensó que su trabajo sólo consistía en estar de pie mostrando su belleza y entregando volantes.

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Los Mochis, Sinaloa.- Pocas mujeres logran escapar de la mafia que las explota sexualmente y muy pocas son las que también se atreven a contar su historia.

María José es joven y hermosa, pero nunca se imaginó que ser portadora de tan singular belleza le traería bastantes problemas en su vida y mucho menos que llegaría a formar parte de ese gran número de víctimas de trata.

Tenía sólo 18 años de edad cuando por necesidad económica y su ingenuidad buscó trabajo como edecán en un expendio cervecero de la ciudad de Los Mochis.  A ella le dijeron que el empleo consistía sólo en entregar volantes y agregar hielo a las cervezas. Jamás pensó que ese era el gancho para venderla al mejor postor.

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TRATA DE PERSONAS. 

“Todo el tiempo miraba a unas muchachas fuera del local que estaban de edecanes. Yo miraba que todo estaba bien, que trabajaban y ellas me decían que les iba bien. Entonces fui a pedir trabajo y me dijeron que sí. Solamente  iba bien vestida y me paraba a dar folletos en los expendios, también les llenaba las bolsas de hielo y si ellos me querían dar propina, pues era mejor”, comentó la joven entrecortada y un poco nerviosa.

Sólo pasaron dos semanas para que su trabajo cambiara totalmente de giro.

“Pero después cambió todo. Me dijeron que me iban a subir un poquito el pago, pero tenía que ser dama de compañía de unos amigos de la dueña o la que estaba encargada del local. Nada más me dijo que los iba a acompañar a eventos, pero no fue así”, relató la bella muchacha.

María José se convirtió bajo amenazas en dama de compañía. Acudía con los amigos de la encargada del local cervecero a las fiestas y de ahí a los moteles.

“Eran fiestas donde tocaban grupos y de ahí era un tiempecito nada más y de ahí me llevaban a otra parte que venían siendo moteles. Yo me sentí con mucho miedo. Sentía que ya estaba dentro y que saliendo de ahí ya no podía hacer nada, tenía que hacer lo que ellos me decían. Me sentía con mucho miedo de decirles no. Varias veces me amenazaron de que si no hacía lo que ellos querían, que me iban a matar”.

MALTRATO.

María José fue engañada, vendida y explotada durante un año a hombres de distintas edades, sobre todo mayores. Padeció la esclavitud sexual en todas sus formas.

“Se me hacía algo muy asqueroso. La primera vez empecé a llorar mucho y me sentía muy mal, me bañaba y me bañaba, sentía un olor que nunca se me quitaba. Había personas que sí me daba mucho miedo salir con ellos por cómo hablaban. Eran hombres que hablaban muy brusco, se expresaban muy mal, era algo que me daba miedo. Me querían hacer sentir menos. Me decían que yo era una p..., que estaba muy bonita, pero que nomás para eso servía”.

La joven que ahora tiene 20 años de edad y que logró escapar de ese mundo, recibía 500 pesos por cada cliente, de 800 que cobraba la mujer que se encargaba de venderla.

Fuente: El debate
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