1.Acariciar con cuidado sus genitales. El estímulo de esta parte de la anatomía masculina puede hacerlos ver estrellas “antes de”. Las terminaciones nerviosas de los pliegues de los testículos los estimulan y excitan con un roce delicado a manera de círculos o de arriba hacia abajo.
2.Masajea sus pectorales. El pezón es otra área sensible en ellos, incluso más que en nosotras. Gran parte de su virilidad trata de reflejarse en su aspecto físico; si tocas con sensualidad sus pechos a manera de admiración, su ego subirá, así como sus ganas de lanzarte a la cama para mostrarte sus otros atributos masculinos.
3.Sexo con sabor. Úntale el abdomen con algún tipo de invento culinario: salsa de chocolate, cremas o líquidos dulces. Limpia la zona con tu lengua mientras jugueteas con la misma, intercalando con tiernos y apasionados besos sobre su vientre.
4.Baila sobre él. Menea tu cadera y pasa tu cuerpo sobre el suyo mientras haces movimientos al ritmo de la música, teniendo en cuenta que debes resaltar tus puntos más fuertes: piernas y busto. Muévete y deja que él te toque mientras lo haces.
5.Aráñalo. No es una práctica sadomasoquista ni extrema, por el contrario, es una muestra de aprobación y satisfacción por parte de la mujer. Aprieta su espalda, sus brazos y muslos, como signo de placer y de que te está haciendo llegar al cielo.
6.Las escondidas. Véndale los ojos mientras pasas tus manos por sus zonas erógenas, o mientras lo mordisqueas por todo el cuerpo. El misterio y la duda alterarán sus sentidos de forma positiva.
7.Rozarlo con una pluma. Sí funciona. Si a esto le sumas un coqueteo visual y susurros al oído o soplidos en la nuca, hay éxito asegurado.
8.Siéntate en su espalda. Con fuerza y con decisión, no hay espacio para delicadezas. Muévete con ritmo mientras le haces un masaje profundo que inicie en el cuello y termine en la cadera. La potencia con que lo hagas es el secreto del triunfo.
9.Juega con los pies. Pasa tus pies por todo su cuerpo, haciéndole cosquillas y caricias breves.
10.Perfumes y cremas. Deja que él te aplique tu perfume o cremas favoritas, mejor si son nuevas y él no las conoce.
11.Pídele que te traiga la toalla después de la ducha. Deja que él te aprecie desnuda y empapada mientras lo miras directamente a los ojos. Si permites que te envuelva para secarte, en cuestión de segundos te la volverá a quitar.
12.En cuatro. Laura Beltrán, sexóloga y colaboradora para la revista Cosmopolitan, aconseja reinventar la popular postura de “El perrito”. Ponte en cuatro pero esta vez agacha el torso hasta que tu cabeza se apoye de alguno de tus brazos.
13.Sorpréndelo con sexo oral. Vete a otros terrenos que excluyan la cama. En un restaurante, en una fiesta, mientras ven una película, en el baño de un avión, en el parque, en el auto camino a casa, la idea es que sea en el lugar y en la situación que menos se lo espere.
14.Mensajes de texto sucios. Envíale un e-mail o un mensaje de texto con un poco de “dirty talk”: palabras sucias, eróticas y excitantes. De la nada déjalo boquiabierto mientras trabaja y recibe peticiones tuyas con un toque muy picante.
15.No usar brasiere. Deja que tu vestido resalte tus atributos femeninos. En una tarde de domingo, en un viaje o en cualquier lugar donde la pena no te cohíba. Nada más sexy que él pueda acariciar tu espalda debajo de tu blusa y encontrarse con un obstáculo menos.
16.Lamer. Toma un ramo de uvas o cerezas, un chocolate y todo aquello a lo que le puedas dar una “sexy lamida” y hazlo frente a tu pareja.
Fuente: Vip digital
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