-

Trucos para que los tacones no te machaquen los pies


Llevar tacones es una odisea, y toda mujer lo sabe. Y muchos hombres se preguntan entonces… ¿por qué los llevamos? Prácticamente por su efecto estético: nuestras piernas se hacen más largas, se eleva nuestro trasero… y eso nos hace sentir de lo más guapas. Así que si te gustan los tacones, peor nunca has aguantado una dura jornada con ellos, te damos algunos trucos para que no te machaquen los pies.

ANUNCIO PATROCINADO




Intenta que sea un calzado bueno

Con esto te queremos decir que, aunque unos tacones sean bonitos, no todos duelen igual. Los tacones de calidad suelen tener una forma distinta, cuidan detalles que otros no. Porque encima que ya de por sí pueden ser dolorosos, lo peor es que te rocen por todas partes, porque son de mala calidad y los fabricantes no se han preocupado en que sean cómodos en las partes que un tacón puede ser cómodo. 


Así pues, es muy fácil elegir tacones de los buenos. Lo que no es tan fácil es pagarlos. Ojo, esto no quiere decir que todo lo caro sea bueno, ni que todo lo barato sea malo, pero por regla general, los tacones buenos sí que tienen que costar lo suyo. Además, ya sabes que existen diferentes tipos de tacones, y si por ejemplo, los vas a usar para trabajar, tienen que ser lo más cómodos posibles porque vas a estar horas y horas con ellos puestos. 

ANUNCIO PATROCINADO



Tacón, punta, tacón, punta

Sí, esa es la manera correcta de andar con tacones: primero el tacón y luego la punta. ¿Por qué? Porque es la forma que mejor estiliza tu cuerpo, cuando estás llevando tacones. Tú, mejor que nadie, sabrás que no es lo mismo andar con sandalias planas que con tacones, o con deportivas. Por eso, hay que descubrir cuál es el modo correcto de andar con tacones. Aquí entra la fórmula de siempre: tacón, punta, y vuelta a empezar.

Y es que si lo haces al revés, te puede pasar como en la imagen que vemos, que sí, que los tacones son de lo más elegantes, pero cuando andas, pareces una gacela recién nacida que no puede sostenerse de pie. Y eso, creednos, no es nada atractivo. Cuando domines esto, habrás conseguido todo, porque ya podrás andar con cualquier tipo de tacón, te lo aseguramos.


Sí a la plataforma

Obviamente, esto va por modas, pero si puedes elegir unos zapatos con plataforma, mejor que mejor. Pero por favor, no te pases, si no quieres parecer un transexual de espectáculo, o Lady Gaga en uno de sus shows. Si quieres conformarte con tacones bajitos porque no te atreves con los altos, muy bien, pero ten en cuenta que tienes otras opciones. 

Y la plataforma es una de esas opciones, porque cuanto más alta sea la plataforma, será mucho más cómodo para tu pie. De hecho, mucha gente cree que la plataforma hace más incómodo el zapato, pero no es cierto, puesto que tu pie no está tan inclinado. Es como si fueras compensando la altura, y al final, te resultarán de lo más cómodos. 



El mundo de las plantillas de gel

Eso es un mundo aparte, que cuando lo descubrimos, no podemos abandonar. Porque es como caminar entre nubes. Por lo menos al principio. Luego nos imaginamos la vida sin plantillas de piel, y creemos que es un mundo horrible. Aunque las plantillas de gel no hacen milagros, minimizan los daños, y podemos aguantar mucho más tiempos con esos tacones tan bonitos, pero que nos matan por dentro. 

Lo que hace es evitar que se nos deslice el pie hacia abajo, movimiento que nos produce roces y otras incomodidades. Por supuesto, otra opción alternativa a las plantillas es utilizar zapatos más ajustados, aunque no te aseguramos que sea bueno para la circulación.



Darlos de sí en casa

Un consejo de los buenos: antes de salir de casa, intenta darles forma. Con esto te queremos decir que los vayas ablandando poco a poco. ¿Cómo? Un truco de los de toda la vida es el de ponerte unos calcetines gruesos, y luego ponerte los zapatos. Acto seguido, pasas el secador, y con el calor, la piel se ablandará. Eso sí, intenta no darle demasiado cerca con el calor directo.

Otra solución es llenar un par de bolsas de agua, y luego meterlas dentro de los zapatos, y después al congelador. Como el agua helada se expandirá,lo hará dentro de los zapatos. Otro truco es el de usar, en vez de agua helada, papel de periódico mojado. Eso sí, ponlo dentro de una bolsa o algo.



El movimiento del cuerpo

No sólo es clave la forma en la que caminas, y si primero pones el tacón y luego la punta sino que también todo el cuerpo colabora en tus andanzas. Es por eso, que tienes que tener cuidado en la forma en la que mueves el cuerpo, porque si distribuyes mal el peso, te puedes torcer el tobillo, y ahí se acabó la partida. De hecho, es esencial que cuides la posición de las rodillas y de la espalda. 

Lo mejor es que camines lo más recta posible, sin que parezca que tienes una fregona en lugar de espina dorsal, claro. Además, asegúrate que las calles que pisan sean planas, y no vayas mirando al suelo, porque así se te encorva la espalda y queda muy pero que muy mal. Intenta que tu cuerpo sea lo más sinuoso posible e intenta sentirte cómoda con ello, como cuando vas descalza y puedes permitirte contonearte un poco.


La forma del tacón

Otro punto clave es la forma del tacón: porque aquí entran los gustos, y puedes decidir lo que quieras. Es verdad que para los vestidos de cena elegante, siempre quedan mejor unos tacones finos, pero también los hay gruesos que son muy bonitos y que se pueden combinar. En cualquier caso, no se trata solo de la forma de caminar, sino también del zapato.

En este tema, los hombres no entenderán mucho, porque les parecerán que todos los zapatos son iguales… pero sabemos que no lo son. Y los diferentes tacones se notan y hacen mella en nosotras. Así que no tengas vergüenza de empezar por unos tacones anchos, porque esto después hará que tus pies te lo agradezcan sobremanera. Cuanto más segura estés, mejor andarás.



Practica en casa

Sí, esto puede parecer ridículo, pero no lo es tanto. De esta forma, conseguirás ablandar los zapatos antes de salir con ellos a la calle por primera vez. Y por otro lado, puedes hacerte una idea de la dificultad de andar con tacones. Y es que tienes que tener en cuenta que no se nace aprendido, sino que hay que ir andando poco a poco. 

También puedes empezar recorriendo distancias cortas, ya sea a comprar el pan, o si sabes que vas a tener acceso a otros zapatos, por ejemplo, ir a dar una vuelta, pero cambiártelos mientras vayas conduciendo, para no ponerte en peligro.



Cuidado en el suelo que pisas

Sí, la cuestión es sentirte cómoda en cualquier suelo. El problema está en que no te debes olvidar que los tacones necesitan una superficie muy concreto. O al menos que sea superficie. Es verdad que te hemos recomendado no mirar al suelo cuando andes, pero eso no quiere decir que no debas prestar atención al suelo que pisas. Porque no quieres encontrarte de repente con barro hasta las orejas.

Sobre todo ten cuidado en las zonas verdes, porque el césped es un terreno muy peligroso: se puede hundir tu pie, y al final, hay una desgracia completa. Y es que no es lo mismo andar por el césped, que puede estar rígido, que andar por tierra mojada. Ahí te aseguras que tus tacones queden de todo menos limpios. Pero si te has metido ahí, lo único que puedes intentar es andar de rodillas. 



Fuente: Ocio
SHARE

Viral VIP

Sitio web de entretenimiento y noticias virales. Te mantenemos al día con las noticias mas reelevantes del mundo.

    Blogger Comment
    Facebook Comment

0 comentarios :

Publicar un comentario