Nunca nadie dijo que el matrimonio era fácil.
Es una montaña rusa de emociones llena de increíbles subidas y dolorosas caídas. Habrán días muy buenos.. y días horriblemente malos. A veces parecerán mejores amigos, y en ocasiones los peores amigos. Pero independientemente de eso, un matrimonio vale la pena y es capaz de disfrutarse si de entrada conoces estas 5 cosas.
- No existe el amor incondicional en el matrimonio: Tu esposo no es tu hijo. Es tu esposo, tu pareja, un adulto con quien pasarás el resto de tu vida. NADA, absolutamente anda te garantiza amarlo cada día (o mes, o año) Y, ¿qué crees? Él tampoco te amará siempre. Pero no es un requisito en un matrimonio. Aunque el amor vaya y venga de vez en cuando, pueden ser felices como pareja, como amigos y como cómplices.
- Su relación no se basará en el placer sexual: Por más que ames al sexo, no siempre será suficiente. Con el paso de los años, su líbido irá cambiando y el deseo de tu pareja NO es tu problema. Así como el tuyo no es de él. En cambio, un problema sexual grande SÍ es problema de ambos. Ninguno debería dejar que el deseo sexual de ambos se apague por completo.
- Hacer algo lindo por tu marido TODOS los días los tendrán felices a ambos: No hablamos de regalos, flores, sexo o las labores domésticas. A veces sólo tienes que mandarle un mensaje bonito para ponerle una sonrisa TODO el día. Y esto parece como un compromiso bastante complicado, pero no sólo lo harás feliz a él, sino que tú y tu relación también se verán beneficiadas.
- NUNCA seas las persona que no está dispuesta a resolver un problema: Y no queremos decir que una persona puede hacer todo el trabajo, pero si él está interesado en buscar una solución, tú también deberías poner de tu parte. Y aquí está la oscura verdad: sin importar qué tanto trabajo haga uno de ustedes en resolver el problema, si el otro no pone de su parte, el matrimonio no tendrá remedio.
- No pelees sobre quién hace más (y quién no): Ser padre es MUY difícil. No importa si te matas trabajando para sustentar el hogar, o si te quedas en casa cuidando de los hijos. Asumir que uno de los 2 está haciendo MENOS que el otro, porque hace algo diferente, ¡está mal! Esto no es un concurso, a nadie le importa quién hace más o quién ganará. Pueden negociar y llegar a un acuerdo, pero NUNCA cuestiones qué tanto hace tu pareja por ti o por tu familia.
Fuente: Eme de mujer
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