Anshul Agarwal es una reconocida bloguera, es madre desde el año 2004 y es una de las escritoras más leídas sobre consejos de la vida en la página Quora.
En esta oportunidad presenta un análisis de las cosas valiosas que le enseñaría a sus hijos desde la vida de Daniel Radcliffe, quien a los 11 años protagonizó la primera película de Harry Potter. Hoy tiene 26 años y es el tercer joven más rico de Gran Bretaña después del príncipe Harry Windsor y Charlotte Church.
¿Te gustaría que tu hijo fuera como él? Quizás respondas que sí, pero espera a que leas con atención.
Daniel se refugió en el alcohol para lidiar con el miedo al fracaso y la fama. Para algunas personas es complicado tener una imagen positiva de si mismos cuando su trabajo está vinculado a una identidad y para hacer frente al dolor emocional, se enfocan en vicios que les hacen olvidar la depresión y la ansiedad.
¿Te gustaría que tu hijo abusara del consumo de alcohol mientras tiene el mundo que tanto soñaba? No, definitivamente no.
Este es solamente un ejemplo pero muchas personas son exitosas pero no felices. El logro de las metas no está asociado a la felicidad. A lo mejor los niños pueden ser prodigiosos pero están tan repletos de miedo al fracaso que después de todo lo que han alcanzado no saben cómo ser realmente felices y su vida y el dinero se desperdician mientras corren detrás de ellos.
1.- Enseñarles a alejar el miedo al fracaso
Sin saberlo le estamos inculcando miedo a los niños cuando les decimos cosas como estas:
Hagas lo que hagas, hazlo lo mejor posible. Ya se trate de estudios o juegos.
Es importante ganar la Olimpiada. Es el trampolín para tu carrera profesional.
Estudia con el objetivo de asegurar el primer puesto. Así podremos estar orgullosos de ti.
No podemos dirigir sus sueños solo a la perfección, eso es cultivar en ellos el miedo al fracaso porque solo están orientados a que todo salga muy bien y en caso de un problema no sabrán cómo enfrentarlo.
En cambio es muy útil decirles cosas como estas:
No te enfoques en sobresalir en todo. Algunas cosas simplemente se hacen para disfrutarlas y mientras nos enfrascamos en hacerlo todo perfecto, no se puede vivir la experiencia y aprender a plenitud.
¿Qué opinas de la Olimpiada? Creo que es importante, pero no es lo más importante.
¿Qué estás estudiando? Vamos a explorar cómo podemos aplicarlo en la práctica.
2.- Enseñarles a pensar de una manera saludable
No con ansiedad, como podrías estar haciendo ahora y no te das cuenta. Si les dices frases como estas:
Ya se acerca la fecha de tus exámenes, es hora de empezar a preocuparse.
El hijo de Pepe está en un puesto superior. ¿Qué pasará contigo? ¿Dónde vas a ir con tus resultados?
Cambia tu comportamiento, ya casi eres adulto
Escuchando esto él se sentirá abrumado, cargado con complejos de inferioridad y su pensamiento siempre estará ansioso.
La mejor manera de enseñarles a controlar la ansiedad es:
Diciendo estas cosas se sentirá muy abrumado y probablemente su conducta sea alterada y adicionalmente reciba regaños por su comportamiento en lugar de comprensión.
No animarlo a pensar ansiosamente. Él va a aprender en muy poco tiempo y pronto tendrá ataques de ansiedad, inhibición de rendimiento.
No es bueno compararlo con nadie y menos pensar que eso lo motivará, la motivación debe estar dada por medios positivos, por la satisfacción personal y los méritos.
Esperar a que se comporte como un adulto es un grave error, hay que aceptarlos según su edad.
Una vez más si estás diciéndole estos mensajes, estás cometiendo un grave error:
Si solo le reconoces que hace bien las cosas cuando obtiene buenas calificaciones
“¿Por qué no puedes ser más como tu hermana? Ella es buena y siempre es la primera en todo.
Lee más rápido, escribe más rápido, hazlo más rápido. Eso solo lo llevará a la frustración y baja autoestima.
3.- Enseñarles a tener autoestima y valoración positiva de si mismos:
No los apresures ni hagas énfasis en sus buenas calificaciones u otras cosas para darles recompensas.
Recuerda que cada persona es diferente, tienes que aprender a lidiar con su personalidad y aceptarla para que luego pueda hacerlo él mismo.
Cada niño tiene su propio ritmo y sus propios dones, aprende a reconocerlos.
Es muy pero que muy importante que todos comprendamos que necesitamos criar niños que no necesiten recuperarse de su infancia. Casi todos los trastornos de los adultos son consecuencias de mensajes negativos que recibimos los primeros años de vida. Ser padres no es una tarea fácil y tampoco tenemos un instructivo pero sí herramientas que desde experiencias de otras familias y profesionales podemos utilizar para formar una persona sana emocionalmente.
¡No dejes de compartirlo con tus amigos, te lo agradecerán mucho!
Fuente: Viralista
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