Deleitar el paladar es un gusto para todos.
Pero, para poder llevar a cabo un buen plato, hay que saber utilizar los productos y utensilios de la manera correcta y en las instancias correctas. En esta lista encontrarás 21 errores que, seguramente, ya cometiste. Pero puedes estar tranquilo, que aquí te enseñamos a arreglarlos.
1. Usas una olla pequeña para tus pastas
A menos que hagas una porción muy reducida, lo ideal es que ocupes la olla más grande posible para cocer tus pastas. Usar una muy pequeña hará que el agua se enfríe y que tu rico plato quede todo pegado.
2. Tus pastas salen pegadas
Otro secreto para evitar las pastas pegadas, es evitar recocerlas. La idea es que las saques de la olla incluso antes de estar al dente (es decir, aún algo duras), para que se terminen de cocinar con la salsa que le pongas.
3. Cuando ya se te pegaron las pastas
Cuando crees que ya no hay vuelta atrás, aún puedes recuperar tu plato. Quita cuanto antes las pastas de la olla y cuélalas bajo un chorro de agua fría. Eso detendrá la cocción y hará que se contraiga el almidón. Luego puedes recalentarla con una salsa de tomates y quedará perfecta.
4. No innovar en el pesto
El pesto es uno de los acompañamientos más requeridos para cualquier plato (y en especial las pastas), por eso no tienes para qué ser muy estricto con sus ingredientes (albahaca y piñones, principalmente). Date la libertad de experimentar con perejil, cilantro, nueces o almendras, te llevarás una gran sorpresa.
5. Usas tomates frescos en la salsa marinara
La salsa marinara es otra de las preferidas para las pastas y toda la comida italiana y, seguramente, cada vez que la hiciste usaste los mejores tomates de tu alacena, pero tus tomates más viejos (o incluso enlatados) te darán un mejor sabor en la salsa. Guarda los más frescos para comerlos crudos.
6. Usas uslero para la masa de pizza
Cuando haces la masa para tu pizza, quieres que quede perfecta y por eso usas un uslero, pero eso hace que la corteza de ésta se ponga dura. Nuestro consejo es que la amases usando solo tus manos (a menos que seas un profesional y te atrevas a lanzarla por los aires).
7. Guardas los tomates en el refrigerador
Muchas veces guardamos nuestras verduras en el cajón que el refrigerador reserva para ellas. Pero lo ideal es que el tomate esté a temperatura ambiente por la alta sensibilidad de sus enzimas al calor y frío extremo. Te sugerimos dejarlo en una canasta sobre tu mesa, cuidando que ninguno esté sobre otro y permitiendo la circulación del aire.
8. No puedes pelar los huevos duros
Si cada vez que haces huevos duros consideras que pelarlos es una tarea titánica, éste es el consejo para ti. Agrega una cucharadita de bicarbonato a la olla mientras se están cociendo, ya verás cómo cambia.
9. Huevos revueltos y leche
Si los huevos que estás cocinando no son de lo mejor o están algo viejos, ponles un poco de leche para mejorar su consistencia.
10. Llenas el sartén
Seguramente cuando cocinas no tienes mucho tiempo para hacerlo y la prisa te lleva a ocupar el sartén lleno a tope. Lamentablemente, eso no permite que los alimentos se cocinen apropiadamente, por eso es mejor dejar que cada producto tenga un espacio apropiado para su cocción.
11. No dejas que el sartén se caliente apropiadamente
También con la prisa, solemos apurar el uso del sartén. Sin embargo, cada producto necesita una temperatura ideal para ser cocinado y el sartén es uno de los utensilios que siempre deben ser usados al máximo calor posible.
12. Descongelas la carne para cocinarla
Uno de los errores más comunes al momento de cocinar carne es descongelarla antes de hacerla. Seguramente quedará bien, pero podría quedar mucho mejor. Te aconsejamos dejar que se descongele mientras se cocina, esa humedad permitirá que guarde sus jugos (mucho más sabroso).
13. Se te quemó la carne
A todos nos ha pasado alguna vez. Dejas la carne en la parrilla, te descuidas un segundo y ¡PAF!, se quemó. Pero tranquilo, si te vuelve a pasar, puedes quitar todo lo quemado, poner pimienta y ajo picado en cubitos y presentar un sabroso plato de carne rostizada.
14 Te apresuras en cortar las carnes
Todas las carnes son más sabrosas cuando tienen su propio jugo con ellas. Sin embargo, cuando las cortas muy pronto, pierdes esta cualidad. Por eso, si quieres saborear el jugo de tu carne, pollo, pavo o cerdo, te recomendamos esperar unos 15 minutos antes de cortar y servir.
15. Se te secó el pescado
Si lo tuyo son las carnes del mar, este consejo te ayudará. Si el pescado te quedó seco, puedes ponerle una mezcla de mantequilla y limón para devolverle la humedad y, sobre ésta, agregarle cilantro picado y orégano para dar un sabor increíble.
16. Agregas el ajo muy luego
Muchas veces, al cocinar con ajo, lo ponemos directo sobre el sartén para darle sabor a la receta. Pero cuando lo usas con productos de largo tiempo de cocción, no es muy recomendable ya que éste se quemará y perderá el sabor. Por eso, te recomendamos agregarlo en la recta final de tu cocina para conservar todas sus propiedades.
17. Verduras recocidas
Al igual que las pastas, las verduras tienen un tiempo de cocción muy preciso que, si sobrepasas, te dejará con un plato de contextura chiclosa y desagradable. Cuando eso te pase, ponlas en agua con hielo y, para servirlas, recaliéntalas en su caldo y agrega jugo de limón.
18. Sopa muy salada
Hay veces en las que no medimos bien la sal que ponemos a nuestros platos. Pero si te sucede con una sopa, aquí tenemos la solución. Pela una papa y ponla a cocer en la misma olla, ésta absorberá la sal extra y dejará tu sopa justo como la quieres.
19. Pan duro
Cuando el pan tiene un par de días, se pone muy duro como para comerlo con ganas. Si eso te pasó, puedes rociarlo con algo de agua y calentarlo. Otro tip es guardarlo en bolsa en tu refrigerador, eso permitirá que conserve su humedad y no se endurezca tan pronto.
20. Se te cortó la mayonesa casera
La mayonesa es uno de los aderezos más requeridos y hacerla en tu propia casa es una gran idea para cuando quieres lucir tus habilidades culinarias. Pero si se te corta, no hay problema, te tenemos dos opciones:
Si te diste cuenta apenas ocurrió, puedes agregar unas gotitas de agua y seguir batiendo.
Si ya pasó un tiempo, puedes hacer una mayonesa aparte con otra yema en otro recipiente y, poco a poco, agregar la que se te cortó antes.
21. Batir la masa para galletas
Si lo tuyo son las galletas, sabes que batir la masa de las galletas es una tarea importante en su proceso. Sin embargo, si quieres asegurarte de que queden livianas y suaves, debes batirlas entre tres y cinco minutos.
Fuente: Upsocl
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