Una relación sexual, para que sea completa, no tiene que incluir forzosamente la penetración. El estimularse uno al otro sin llegar al coito recibe el nombre de: petting.
Petting es un anglicismo que surge del verbo to pet que puede traducirse como acariciar. Con el petting se puede llegar al orgasmo.
Hombres y mujeres lo disfrutan por igual y es además una gran opción para evitar embarazos no deseados y la transmisión de ETS. Es importante conocer cuáles son las zonas erógenas del cuerpo para poder estimularlas y obtener placer.
Los genitales son los centros erógenos por excelencia ya que la estimulación nos activa sexualmente, pero intenta empezar por otra parte. Relajarse es importante y se puede lograr más fácil si las caricias comienzan en alguna otra área.
Hay partes del cuerpo que por las terminaciones nerviosas que poseen, también ayudan a alcanzar la excitación. Estas varían de persona a persona, por lo que la comunicación en la pareja es muy importante. Algunas de ellas son:
- Ojos
- Orejas
- Nuca
- Cuello
- Pezones
- Abdomen
- Glúteos
- Muslos
- Pantorrillas
- Pies
No es indispensable usar las manos siempre. Otras partes de nuestro cuerpo pueden realizar el trabajo. Rozar los pechos con el abdomen puede estimularlos a ambos. Se pueden utilizar también otros objetos como plumas o aceites. Usa tu imaginación y recuerda que centrarse solo en el coito es prescindir de gran parte del placer que nos da nuestro cuerpo.
Fuente: En pareja
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