‘La Chata’ pasó de ser vendedora de chicharrones en La Merced en el DF, a traficar marihuana y morfina
Fue la enemiga pública número uno, a tal grado que un Presidente promulgó un decreto para su detención.
Se trata de María Dolores Estévez Zulueta, alias ‘La Chata’, una de las abuelas del narcotráfico en México.
“En 1945, el Presidente Manuel Ávila Camacho promulgó un decreto para la Secretaría de Gobernación y organismos policiacos de todo México, con el fin de que arrestaran a la “enemiga pública número uno”: ‘Lola la Chata”’ quien operaba en la ciudad de México, principalmente en La Merced. De acuerdo con nuestras fuentes, ‘La Chata’ pagaba grandes sumas a empresarios y elementos de la policía para que la protegieran y la dejaran ‘trabajar’”.
Así narra el estudio ‘Las mujeres en el narcotráfico’ del maestro en historia Juan Antonio Fernández Velázquez, publicado en la Revista Clivajes, que dedica su última edición a Violencia y Subjetividad.
En este documento se recoge parte de la trayectoria criminal de ‘La Chata’ que pasó de ser vendedora de chicharrones en La Merced, en el DF, a traficar marihuana y morfina.
‘La Chata’ fue detenida en siete ocasiones por la venta de droga, actividad en la que se inició a los 13 años.
“María Dolores Estévez Zulueta era hija de un traficante de morfina y mariguana, precisamente. De acuerdo con diferentes testimonios, durante la Revolución “La Chata” se fue a Ciudad Juárez, donde dio a luz a dos hijas y se involucró en el tráfico transnacional.
Después de algunos años, retornó a la Ciudad de México y contrajo matrimonio con un ex policía: Enrique Jaramillo, un exitoso narcotraficante y vendedor de drogas con sede en Pachuca Hidalgo.
El matrimonio favoreció el oficio, pues Jaramillo aseguraba a “La Chata” protección policiaca, al tiempo que multiplicaba su red de contactos. Con el tiempo, las hijas de éstos y el resto de la familia siguieron sus pasos; de ahí surgieron tres generaciones de mujeres narcotraficantes”, narra el trabajo de Fernández Velázquez.
‘La Chata’ fue detenida en 1947; fue sentenciada a 11 años y seis meses de cárcel. “Para la policía, María Dolores Estévez era la traficante que abastecía de drogas a los ‘viciosos más empedernidos’ de la metrópoli, muchos de ellos de familias acomodadas”, señala el trabajo del académico.
‘La Chata’ murió víctima de un infarto al corazón cuando estaba recluida en la Cárcel de Mujeres.
Fuente: El blog del narco
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