Justo ahora que tienes estos achaques, piensas en que ya estás viejito, que ya no estás para salir y desvelarte, empedarte y mucho menos, comer como antes.
Obesidad
O como los treintones dirían: “Embarneciste”.
Es de ley que te hinches, aunque puedes evitarlo si haces ejercicio. La realidad es que no te gusta hacerlo, te da flojera y si de casualidad lo llegas a hacer, te cansas a los 2 minutos.
Es inevitable que engordes, más cuando tu alimentación es pura vitamina T (tacos, tamales, tortas, etcétera).
Gastritis o intolerancia a la lactosa
A estas alturas, tu estómago ya no es lo mismo. Luego de años de castigarlo con alcohol y tacos llenos de salsa, tu aparato digestivo ya no es lo mismo, y cada vez que le echas más cerveza o un poco de salsa, cuando vayas al baño la vas a sufrir.
Si lo anterior te pareció poco, espérate a que tu estómago se infle y se mantenga así por horas porque simplemente ya eres intolerante a la lactosa, y eso incluye la pizza, el cereal, etcétera; lo más rico.
Te duelen las articulaciones
Cuando por fin te animas a salir a correr, al día siguiente te duele todo; y después de unos días, te das cuenta que las rodillas, los codos, los hombros y hasta los nudillos, te duelen… no sabes por qué.
Después de unos días el dolor comienza a aparecer de nuevo; luego se va, y así te la llevas siempre. Ya después de unos cuantos meses te piensas a mal viajar de que tienes artritis.
Desvelarte
Las desveladas ya no son como antes. Si llegas a dormirte a las 3 de la mañana, prepárate, porque al día siguiente, si yenes que madrugar, la vas a sufrir durante todo el día.
Cansancio, mucho más sueño a la hora de la comida, no rindes igual, te da flojera pensar. Todo mal.
Dolor de espalda
Si llegas a cargar algo, tu espalda sufrirá las consecuencias.
Ya no tienes 15 cuando le hacías de caballito para tus amigos y aguantabas hasta al más gordo. Ahora, en tus treinta, hacer algo así es visto como ridículo y absolutamente tonto.
Ya no aguantas la música muy alto
¿Te acuerdas cuando tenías 17 e ibas hasta adelante al concierto de Iron Maiden? Ahora, en tus 33, ya ni te acuerdas de Iron Maiden, y si llegas a ir a un show, usas tapones y además, te paras hasta atrás.
Y si hay butacas, ¡mejor!
La cruda te dura mil días
Qué días aquellos en que tenías 22 y las crudas eran desconocidas para ti. 10 años después y después de 4 copas de vino, al día siguiente aplicas la de: “No lo vuelvo a hacer…”, y neta, al menos no lo haces en un mes porque sabes que la cruda te manda a la lona, directo.
Fuente: Vip Digital
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