Su corta vida lo que empieza recio se termina
“Lo que empieza recio recio se termina”, dice su famoso corrido que le compusieron tras la muerte de César Raúl Meza Torres. El joven que con tan solo 18 años de edad se convirtió en un ídolo para los jóvenes sinaloenses, murió en Zapopan, Jalisco en el año 2010, durante un enfrentamiento a balazos con agentes de la Policía Municipal de ese municipio, cuando apenas corrían las primeras horas de aquel lunes 26 de abril.
El mini 6 Raulillo nunca imagino que ese día seria su ultimo apenas se había reunido con el también extinto Nacho Coronel cuando una patrulla de la policía les marco el alto para una revisión de rutina cuando el oficial Vicente Morales Domínguez se acercó a la camioneta Ram en que viajaban, Meza Torres el joven narco ya empuñaba su pistola, una Colt Comander 9 milímetros, con la que disparó y mató al oficial. De acuerdo con la versión oficial, el otro policía reaccionó y dio muerte al Mini 6 Raul Meza Torres el oficial nunca imagino que había dado muerte al que seguro seria un gran capo de la escuela de los Torres, del Mayo y de Nacho Coronel, conocido en el mundo del hampa como Mini 6, en referencia a su padre, Raúl Meza Ontiveros, asesinado el 25 de marzo de 2007 en Culiacán, y a quien apodaban el M-6.
Esa madrugada en Zapopan, el Mini 6 andaba con un compañero, Fidel Rojas Félix, de 22 años y vecino de la colonia Margarita, de Culiacán, quien intentó huir pero fue aprehendido en la azotea de una casa.
El parte oficial dice que Rojas Félix también sacó una pistola, calibre 38 Super, e intercambió disparos contra el otro policía que mató a su compañero. Posteriormente, intentó huir y fue aprehendido por otros agentes, quienes lo pusieron a disposición de la Procuraduría estatal. Al ser interrogado, Rojas Félix sostuvo que días antes del hecho, él y Meza Torres se reunieron en una casa con Ignacio Coronel Villarreal, conocido como Nacho. Y hasta afirmó que las armas que traían eran propiedad del capo.
Raulillo se encontraba bajo el mando del capo que en aquel entonces controlaba la plaza de Jalisco el hoy occiso Ignacio Nacho “Coronel”, ademas de que tenia una relación con la hija de otro “gran” capo llamada Teresa Zambada Niebla, quien es hermana del Vicentillo e hija del Mayo Zambada.
Raul Meza Ontiveros junto a Javier Torres Felix
Ya lo traía en la sangre
El Mini 6 viene de una estirpe que, por necesidad, por vocación, o por puro gusto, se ha dedicado al narcotráfico es sobrino del JT, Javier Torres Felix, Raúl Meza Ontiveros, su padre, asesinado en 2007, quien era un hombre cercano de Manuel Torres Félix el M-1 el Ondeado también muerto en un supuesto enfrentamiento con militares en 2012, y de Misael Torres Urrea, el M-2 hijo del JT detenido en el 2014, quienes ocuparon el sitio de Javier Torres Felix tras su detención en enero de 2004.
Su padre del Mini 6 era originario de La Mesa del Rodeo, Tamazula, Durango, había hecho casi toda su carrera delictiva en Sinaloa
Pero una madrugada que llegaba a una casa de la colonia Montebello, de Culiacán, fue asesinado por un grupo de gatilleros que lo esperaban. Eran las tres de la mañana cuando llegó al domicilio y uno de los sujetos se le acercó mientras le disparaba. Recibió al menos dos balazos en el rostro y fue trasladado a una clínica, donde murió. Tenía 38 años. Era cuñado del JT, detenido en una operación militar en esta ciudad el 26 de enero del año 2004, un día después de asesinar a un miembro del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE) del Ejército Mexicano, durante un enfrentamiento en la sindicatura de Emiliano Zapata.
Meza nació el 11 de diciembre de 1966 en Durango y tenía antecedentes penales desde 1990 por los delitos de rapto violento, violación y encubrimiento en perjuicio de Julisa y Matilde Lizárraga Núñez, según informó la Procuraduría Estatal de Justicia. El 27 de mayo de 1997, junto con el JT y dos personas más, Meza fue detenido en Cancún, Quintana Roo, en posesión de armas y un cargamento de 348.1 kilogramos de cocaína. Se les dictó sentencia condenatoria de diez años de cárcel, pero luego el 16 de diciembre del mismo año el juez segundo de distrito les otorgó la libertad, saliendo el 11 de marzo de 1998. La sangre y la muerte no descansarían en la familia Meza, pues arrancaba enero de 2009 cuando asesinaron un hermano del M-6 en Culiacán tío del Mini 6.
Fue el martes 7. Después de perseguirlo a balazos hasta la segunda planta de una papelería de la zona centro de la ciudad, un grupo de sicarios armados con pistolas .9 milímetros y de las llamadas “matapolicías”, ejecutó, delante de empleados y clientes de una papelería a Faustino Meza Ontiveros, que tenía 27 años de edad. Apenas se empezaba a hablar en Sinaloa del pacto que los cárteles de la droga habían hecho para pacificar la plaza cuando ocurrió este crimen, y se dijo que sin duda pondría en riesgo los acuerdos pero eran las cuentas que estaban cobrando los hermanos Beltran Leyva a toda la gente del Cartel de Sinaloa por la supuesta traición del Chapo y del Mayo a los Beltran Leyva por la captura de Alfredo Beltran Leyva "El Mochomo" en 2008.
El encargo de su padre le salió caro a Raúl Meza Torres. Sobrino de Javier Torres, el JT, traía toda la carga de sus apellidos a cuestas. Muerto Raúl, no pasaron dos semanas para que se escuchara su corrido donde resalta la tierra que no se olvida, la sangre que llama, el valor que se hereda, el gusto por la banda y los negocios prohibidos. Compuesto por Arley Pérez, El rayo de Sinaloa, dice al final: Murió un gallo de pelea/ pero les dejo un pollito/ me tocó la de perder/ mi destino estaba escrito/ ya me voy a descansar/ ahí les encargo a Raulito.
Para entonces Raulillo tenía 15 años pero ya se había codeado con las actividades de su padre y le habían despertado el sueño de ser tan “grande” como él. Abundan las fotografías del Mini 6 con fusiles de disco AK-47 al hombro que apenas puede cargar en sus brazos de púber, muchas de las cuales fueron subidas a las redes sociales por él y por sus amigos, donde la mayoría de los comentarios giran alrededor de lo grande que será… como su padre.
Tenía dos corridos. El primero, de pésima estructura, se lo compuso Arley Pérez, uno de los cantautores de moda que frecuentemente amenizan fiestas de narcos hasta en el penal de Culiacán, como la ocurrida el domingo 9 de agosto de 2009 y que sirvió de despedida a Orso Iván Gastélum Ávila, el Cholo Ivan, que esa misma noche se fugó. El otro, ya mejor armado, retrata a Raúl Meza Torres con su uniforme militar, sus fornituras y su “cuerno de disco”, que aparecen en muchas de las fotografías que hay del pequeño hampón compuesto por Los Bukanas de Culiacán.
Vivio recio desde chiquillo
Vivió recio, de eso no hay duda. El 9 de octubre de 2007, tres menores de edad que viajaban en una camioneta blindada fueron detenidos por elementos de una Base de Operaciones Mixtas Urbanas (BOMU) en la colonia Las Quintas. Los detuvieron porque no traían papeles que acreditaran la propiedad de la unidad en que viajaban. Uno de los detenidos era Raúl Meza Torres, y otro su compositor de cabecera, Jesús Arley Pérez.
Raulillo se vio involucrado en otro hecho, este de mayor envergadura, el 19 de junio de 2009 en la madrugada, cuando en un operativo contra los arrancones que se realizaba en la colonia Las Quintas, se suscitó un enfrentamiento entre agentes de Tránsito y los tripulantes de una camioneta Jepp Cherokee de color azul marino y un vehículo Nissan Platina de color gris. Los agentes marcaron el alto a los dos vehículos y estos se detuvieron, pero bajaron varios tipos y empezaron a disparar contra los policías, quienes respondieron de la misma forma. Los jóvenes huyeron y dejaron abandonada en el lugar la Cherokee, que presentaba varios impactos de bala.
Cuando llegó el agente del Ministerio Público y revisó la unidad, encontró un juego de placas con nomenclatura JGY-4869 que, según las pesquisas, pertenecían a una camioneta que tenía reporte de robo y era propiedad de César Raúl Meza Torres. En el lugar del enfrentamiento se recuperaron también un cargador abastecido con cartuchos útiles calibre 5.7 x 28 para arma conocida como “matapolicías”, y 58 cartuchos percutidos calibre .223, 38 Super y .45. Un policía fue herido.
El Mini 6 murió como vivió. Demasiado joven para sus aspiraciones, pero como él quería morir, como su padre. No llegó a viejo, ni por edad ni por la otra razón a la que alude el corrido y que tiene que ver con el poder que adquieren los grandes narcos con el tiempo. El destino le cobró las cuentas que debía. Más pronto de lo que cualquier hombre podía imaginar cuando se vive rodeado de tanto dinero y de tanto poder. Dinero y poder que, si no se administran, marean.
Fuente: El blog del narco
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