Hay una razón por la que los hombres sí deben llorar.
Desde que somos muy pequeños, el mundo se encarga de dejarnos claros cuáles son los roles de cada género dentro de la sociedad. Tanto a hombres como a mujeres, se nos informa explícitamente lo que debemos hacer y lo que no, lo que se espera de nosotros como hombres y mujeres de bien. Una costumbre, que lamentablemente se ha hecho tan normal que hemos olvidado reflexionar lo grave que es para el desarrollo de nosotros como personas, porque estamos demasiado atrapados en lo que se considera “normal” y las expectativas que tenemos sobre nosotros… Sin embargo, con el tiempo se han ido aclarando muchas ideas que durante bastante tiempo creímos lógicas, para terminar demostrando que en verdad… Siempre estuvimos equivocados.
“Los hombres no lloran”, es una frase que probablemente todos hemos escuchado en nuestras casas. Se la han dicho a tu hermano, a tu amigo o a ti mismo, a mí por supuesto que también me la han dicho. Pero no es hasta ahora que comienzo a tomarle el verdadero peso a esa famosa frase que se ha dado el lujo de criar machos fuertes e invencibles a cambio de los sentimientos de un niño.
Los hombres somos entrenados para no demostrar sentimientos o transformarlos todos en el único que se nos permite: El enojo.
Cada vez que un niño escucha que llorar es cosa de mujeres, se está aminorando el valor de sus propios sentimientos al mismo tiempo que se establece la inferioridad de las mujeres, por ser más abiertas a demostrarlos. Y así, todo empieza mal para terminar aún peor en diferentes niveles.
El estereotipo del macho es prácticamente el único con el que tenemos que cumplir mientras crecemos, lo que deja fuera cualquier opción de desarrollarse personalmente más allá de él. Diversas investigaciones demuestran que los niños hombres comienzan a mostrar dificultades en el aprendizaje justo cuando comienzan a vivir las presiones sociales de encajar en este estereotipo.
Actividades que son convencionalmente adecuadas para las mujeres, como la música, el baile y el arte, son espacios que ayudan a mejorar el sentido de compromiso, disciplina y cultura. Pero que los hombres no pueden disfrutar con la libertad de no poner en duda su masculinidad frente a sus pares, en los que lentamente se arraiga la idea de que hay que denigrar a todo hombre que no sea macho.
El machismo es una enfermedad que nos afecta hace siglos y que lamentablemente, no tiene una cura inmediata.
Un hombre que expresa sus sentimientos nos parece peculiar, incluso atractivo algunas veces, porque el machismo se ha encargado de hacerlo parecer una malformación de la naturaleza. Pero lo que no siempre vemos, es la cantidad de hombres que han aprendido a esconder tan bien sus sentimientos, que ya nos parece normal.
Las consecuencias de esto, van desde las violaciones motivadas por sentimientos de aislamiento profundo, pasando por problemas en el manejo de emociones, hasta llegar a los suicidios. Porque nadie puede creer que un hombre tenga sentimientos, mucho menos que los demuestre. Esa es la mentira que nos hemos contado por siglos.
Y el gran problema de todo esto, es que nos afecta a todos.
Mientras no eduquemos a hombres y mujeres por igual, seguirán habiendo superioridades innecesarias, basadas en fantasías de que los hombres deben ser fuertes y las mujeres delicadas. Así es como las cosas están diseñadas para funcionar, pero eso no significa que no podamos dudar de su desempeño, porque los hombres sí pueden llorar y de hecho lo hacen todo el tiempo.
Así que la próxima vez que veas a un niño que quiera llorar, ayúdalo a entender cómo expresar sus sentimientos.
Fuente: Upsocl
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