El período de gestación es una etapa muy difícil para las madres y muy delicada para los bebés. La madre tiende a estar muy sensible por los cambios hormonales que comienza a sufrir, por esta razón cambian de carácter, se muestran hostiles ante los consejos de sus parientes y amigas.
Los bebés al estar dentro del vientre de su madre se encuentran indefensos, sólo cuentan con los cuidados que debe tener la madre, en caso de que ella no tome las precauciones necesarias ante algunos riesgos, esto le puede traer graves consecuencias a su niño en el momento de nacer o se le manifiesta tiempo después del nacimiento.
Una joven madre emocionada con su primer hijo, con la idea de tener los recuerdos de su embarazo, era aficionada a tomarse fotos y sus familiares le aconsejaban que debía tomárselas sin flash, ya que le podía causar daños a su pequeño bebito, ella tomó el consejo en consideración y siempre se tomaba las fotos sin flash; pero un día ignoró la advertencia y se tomó una foto con flash.
Su embarazo transcurrió con total normalidad, sin ningún contratiempo, al igual que su parto no tuvo incovenientes, su niño nació sano, sin problemas aparentemente.
Transcurridos aproximadamente 3 años la joven madre comenzó a detallar a su pequeño y pudo observar que éste no soportaba la luz, por esta razón se decidió consultar con su pediatra quien la remitió a un oftalmólogo pediátrico para que le pudiera dar un diagnóstico acertado, ya que al parecer los síntomas que presentaba no eran normales.
El especialista después de realizar el chequeo y los exámenes pertinentes, determinó que el niño padecía de una extraña enfermedad llamada intolerancia a la luz o fotofobia.
Según la Conalep, la fotofobia no es igual que el miedo a tomarse fotos. Las personas suelen confundir los términos, he allí la importancia de aclarar los mismos. La fotofobia es una enfermedad que lo padecen pocas personas en el mundo, las personas que la sufren muestran cierto grado de intolerancia a la luz, ya que su vista se vuelve muy sensible. Si el ambiente en donde se desenvuelven hay demasiada luz deben estar protegidos, porque le pueden general otras molestias como vómitos, mareos, migraña además de desarrollar un alto nivel de estrés.
Debido a lo antes expuesto, el niño debe utilizar lentes oscuros, aunque los más seguro es que los compañeros del colegio se burlen de él por los lentes. Pues el protagonista de este relato, el pequeño Daniel, tendrá que pasar por esta situación el resto de su vida y constantemente le tocará dar una explicación científica del uso de sus lentes oscuros a los señores del Conalep.
La madre se arrepintió de no haber hecho caso de los consejos dados por sus parientes y amigas, aunque sabemos que está de moda el hecho de dejar constancia fotográfica en las redes sociales de los aspectos importantes de nuestra vida, muchas veces sin querer, dañamos a esos seres que más amamos, los hijos. Es hora de tomar conciencia sobre nuestras acciones y analizar las consecuencias que puede traer para nuestra vida y la de las personas que nos rodean.
Comparte este artículo para que se pueda alertar y prevenir este tipo de enfermedades que no son congénitas sino originadas, muchas veces por falta de información de las madres jóvenes, y al público en general.
Fuente: Grupo palomo
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