Jaime Rodríguez Calderón, gobernador del estado de Nuevo León, reconoció que en un peritaje que se realizó en la cárcel de Topo Chico, tras el violento motín, se encontraron varias dosis de cocaína, marihuana, pastillas psicotrópicas, martillos, pinzas mecánicas y 86 cuchillos.
Además se encontraron 400 encendedores y 120 puntas artesanales, entre otros objetos, que están prohibidos dentro del sistema carcelario.
“En el transcurso de toda la tarde-noche hicimos un cateo completo para tomar el control y encontramos una serie de cosas irregulares: 23 paquetes de cocaína, 38 con marihuana, 120 puntas artesanales, 60 martillos, dos pantallas, 400 encendedores, 16 memorias, 10mp3, 28 piezas mecánicas y los 86 cuchillos. Eso se encontró al interior del penal y será puesto a disposición de la Procuraduría del estado para investigar”, aclaró.
El motín, que se registró la madrugada del miércoles, se inició tras los enfrentamientos de dos bandas rivales del grupo criminal Los Zetas. El incidente dejó 49 muertos, de los cuales 40 ya han sido identificados. En conferencia de prensa explicó que la mayoría había muerto por las heridas de armas punzo cortantes y por golpes así como por martillazos y lesiones por palas.
Una de las víctimas murió por el impacto de una bala que recibió por parte de uno de los custodios del penal mexicano.
Rodríguez confirmó que las autoridades ya tienen el control de la situación y que hasta el momento se han realizado 34 autopsias y se han entregado 18 cuerpos a sus familiares.
Respecto al traslado de cientos de internos a otros centros de readaptación, el gobernador explicó que se hizo por medidas de seguridad y que entre ellos se encontraban los dos presuntos responsables de la riña: Jorge Iván Hernández y Juan Pedro Saldívar.
Rodríguez explicó que la mezcla de estos dos delincuentes provocó una explosión en el penal de Topo Chico. Dijo que el Z-27 fue trasladado de Matamoros al penal de Topo Chico por una determinación de un juez. El argumento fue que ese reo no necesitaba estar en una cárcel de máxima seguridad.
Además reconoció que su gobierno enfrenta una incapacidad financiera y de custodios suficientes para controlar al penal.
Desde que se reportaron disturbios en el interior del penal, el desconcierto y la falta de información inicial generó escenas de desesperación, pánico y confrontaciones entre familiares de los reclusos y las fuerzas de seguridad en las afueras del recinto.
El gobernador informó inicialmente que las víctimas fatales ascendían a 52, pero horas después ajustó la cifra a 49.
Aún se desconoce si entre los nueve fallecidos pendientes por identificar -cinco de ellos calcinados- se encuentra alguno de los dos líderes. Además hay 12 lesionados, cinco de ellos de gravedad.
La violencia surgida hoy en este penal estatal ubicado en la zona metropolitana de Monterrey, capital de Nuevo León, pone de manifiesto la precaria situación de centros penitenciarios en México.
"Es un penal muy viejo, en condiciones muy arcaicas en temas de seguridad" y "no hay control", reconoció el Bronco, tras achacar el problema a la falta de recursos del estado que gobierna desde octubre de 2015.
Construida en 1947 en las afueras de la zona metropolitana de Monterrey, Topo Chico presenta además un evidente hacinamiento.
El centro cuenta con una capacidad instalada para 3.273 hombres y 362 mujeres, para un total de 3.635 internos, según un informe de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León (CEDHNL) del 2014.
No obstante, al momento de la visita esta organización contabilizó 4.547 reclusos; una sobrepoblación del 22% en el área de hombres y del 53 % en la zona de mujeres.
Además, el centro reprobó en un informe del mismo año de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en garantizar "la integridad física y moral del interno", donde obtuvo una calificación de 4,74, y en "condiciones de gobernabilidad", donde sacó un 4,44 sobre 10.
Ello explica que este macabro suceso no sorprenda del todo en Topo Chico, que en años recientes ha padecido motines y asesinatos entre internos, ataques con armas de fuego, casos de esclavitud sexual entre reclusas e incluso la muerte de varios custodios.
Fuente: Univision
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