Era operador de El Mayo Zambada
Culiacán, Sinaloa.- Ya han transcurrido 11 años de aquel enfrentamiento entre grupos rivales de la delincuencia organizada que dejó un saldo de trece asesinatos, entre ellos el de Carlos Tirado Lizárraga conocido como ‘El Carlillos’, quien era considerado como operador de Ismael “El Mayo” Zambada.
El acontecimiento violento se deba justo a mes y medio de iniciado el sexenio del gobernador del estado Jesús Aguilar Padilla.
EL RECUENTO.
Ya se habían registrado 75 crímenes en el estado en los diferentes municipios, pero las cifras se elevaron a 88 en los primeros 46 días de 2005. Una disputa entre delincuentes de grupos antagónicos sembraron zozobra al sur de Culiacán, parte de Elota y Mazatlán.
La primera ejecución se daba en el ejido Vida Campesina en El Espinal, Elota.
Tres hombres fueron atacados a balazos sobre la carretera México 15 en el kilómetro 128.
Las víctimas iban a bordo de un automóvil cuando recibieron un ataque a tiros. Los cuerpos quedaron en el interior del vehículo; uno de ellos traía consigo dos rifles y un arma corta.
Los hechos se daban a medianoche. En la escena del crimen se levantaron 300 casquillos percutidos para rifle AK-47. Momentos después se daba a conocer que entre la carretera que va del ejido Las Flores a Estación Obispo, en la sindicatura de Emiliano Zapata, estaban dos sujetos esposados y con el tiro de gracia; uno de ellos resultó ser Tirado Lizárraga ‘El Carlillos’, quien había sido ‘levantado’ en Mazatlán junto a Luis Flores, el otro muerto.
EL RESTO.
El olor a pólvora era constante; tras los cinco asesinatos en Elota y Culiacán; en la alejada sindicatura de Baila, perteneciente a esta misma capital sinaloense seguía corriendo la sangre una vez que las autoridades localizaron en los alrededores de la comunidad de Chiqueritos, una camioneta blindada y junto a dicha unidad motriz, cuatro hombres ejecutados; todos portando chalecos antibalas y con cargadores para rifle AK-47. Todos presentaba disparos de arma de fuego, a estos, además se le hallaron cinco “cuernos de chivo”.
Unos cuantos metros después, estaban tirados otros tres.
Por último, en Mazatlán, en la comunidad de El Chilillo, hubo otro deceso violento más, el de un desconocido y se rumoraba que también pudo haber pertenecido al grupo de pistoleros al mando de ‘El Carlillos’.
Esposado
‘El Carlillos’ se halló junto con otro sujeto esposado y con el tiro de gracia en la sindicatura de Emiliano Zapata, al sur de Culiacán.
Las autoridades destacaron pugna entre delincuentes
Reacciones. Una vez cometido el violento suceso, el entonces procurador general de Justicia del Estado, Luis Antonio Cárdenas Fonseca, indicó que había pruebas de que se trató de la participación de integrantes de la delincuencia organizada. Asimismo, se destacó que la rivalidad había surgido entre Los Zataráin y ‘El Carlillos’, ya que los mismos pistoleros de este último, en 2001, habían matado a Joaquín Zataráin Ontiveros, hijo de Raúl Zataráin Santibáñes en el estado de Nuevo León. Esto trajo más muertes relacionadas con ajustes de cuentas.
Fuente: El blog del narco
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