Aunque este tipo de accesorios son muy populares y millones de personas los usan en el mundo, es preciso tener cuidado ya que estos implementos son un hogar perfecto para las bacterias. Un estudio publicado en el Journal of Clinical Microbiology lo ha demostrado.
Caldo de cultivo para bacterias De acuerdo con Esther Angert, investigadora del departamento de microbiología de la Universidad de Cornell, en Nueva York (Estados Unidos), estos accesorios de baño -especialmente los de origen vegetal- pueden albergar y transmitir microorganismos como la Seudomonas aeruginosa, causante de diversas enfermedades.
Aunque en un comienzo estas esponjas suelen ser higiénicas, con el uso se convierten en un “caldo de cultivo”. Según explica la científica, las células muertas de la piel quedan atrapadas en los rincones de estas esponjas que quedan mojadas e inmóviles hasta el próximo uso.
Esto crea las condiciones ideales para que las bacterias se cultiven, ya que hay humedad y escasa circulación de aire, mientras los restos de piel sirven como alimento para los gérmenes. Cada vez que la esponja, el estropajo o el guante no se seca adecuadamente, los organismos se reproducen sin parar. Otra de las investigadoras, Michele Green, señala que las esponjas exfoliantes extienden la suciedad por el cuerpo cuando piensas que lo estás limpiando.
Pueden ser muy peligrosas
Bajo las condiciones adecuadas, estas bacterias pueden llegar a ser muy peligrosas, afirman las expertas. Por ejemplo, pueden llegar a provocar una infección por estafilococos. Aunque la piel es muy resistente a la contaminación por gérmenes, los poros abiertos, las heridas y las costras son vulnerables, añade Angert.
Consejos para evitar la contaminación
Si decides seguir utilizando cualquier de estos aditamentos en tu baño diario, te ofrecemos algunos consejos para evitar problemas:
1. Deja que se seque. Puedes dejar una ventana abierta o simplemente mantener la esponja, el estropajo o guante fuera de la regadera. Además, recuerda enjuagar muy bien con jabón la esponja después de usarla.
2. Cámbialos con regularidad. La Dra. Angert aconseja que si cualquiera de estos accesorios vegetales cambia de color u olor, es hora de cambiarlo por uno nuevo.
3. Métela al microondas. De vez en cuando, mete tu esponja al microondas por 20 segundos, para alejar los microbios.
4. Blanquéalos. También puedes utilizar blanqueador o cloro para eliminar las bacterias.
En todo caso, los dermatólogos recomiendan que la piel sea tratada con suavidad y delicadeza. No es bueno restregarla porque puede dañarse. La piel necesita regenerar sus propios aceites hidratantes para eliminar de manera natural las impurezas, la resequedad y las escamas.
Fuente: Consejos de salud
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