Una de las ventajas asumidas de los cigarrillos electrónicos, en comparación con los cigarrillos comunes, es la seguridad.
Ty Geer, de 16 años tiene razones para oponerse a esa creencia. El joven canadiense la paso muy mal cuando uno de estos aparatos explotó en sus labios, causándole heridas graves.
Según el padre de Ty, el joven no hizo nada al artefacto más que encenderlo para fumar cuando este estalló.
“Incendió la cara de mi hijo, y le sacó dos dientes de golpe”, explicó el padre a The Canadian Press, seg'un Yahoo! Noticias. “Le quemo una parte de su garganta y lengua. Y menos mal traía las gafas, o él hubiera podido perder un ojo”.
Ty se encuentra hospitalizado en el momento, bajo el efecto de morfina para calmar el dolor que le causó el aparato defectuoso, de marca Wotof Phantom.
Perry Geer ahora pide que las ventas de estos productos a menores sean restringidas y más aún que las regulaciones en su producción sean más estrictas y controladas.
Fuente: Telemundo
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