Hay cosas que, están científicamente probadas, y que resulta que engordan. Nosotros, que estamos ahora obsesionados con vivir de una forma lo más sana posible, y que sea buena para nuestra salud, nos damos cuenta de que ciertos hábitos o sucesos que no dependen de nosotros pueden afectar a nuestro peso.
Por ejemplo, aunque parezca increíble, resulta que los restaurantes que tienen música clásica suelen ser aquellos establecimientos en los que más engordamos, porque esa música da pie a que nos tomemos un café y además, anima a comer mucho más, comparado con otros lugares donde no reproducen esa música.
No solo eso, sino que por ejemplo, tener un trabajo nocturno también puede afectar a nuestro peso, porque disminuimos el gasto energético, pero comemos incluso más, porque nuestro cuerpo interpreta que ese madrugón requiere otro chute de energía en forma de comida. Esto también tiene que ver con el hecho de que se duerma poco.
Tener amigos y familiares de una complexión algo más rellenita también puede afectarnos, porque aunque la obesidad no es contagiosa, tener un hermano obeso hace que tú también estés en riesgo. Lo bueno que podemos ver es que también ocurre en el caso contrario, es decir, que tener amigos delgados influye en nuestro peso, por lo que lo mejor está en mantenernos en equilibrio.
No solo factores ambientales, sino lo que comemos influye mucho.
El tema de los productos desnatados es muy controvertido, y está demostrado que suelen engordar, porque nos solemos permitir comer más, con lo cual, no estamos perdiendo nada de peso.
Una cosa más, que también podría sorprenderte mucho es que dormir con la televisión encendida puede afectar a tu peso y hacer que engordes. ¿Cómo? De una manera hormonal, debido a la luz artificial. Por eso, lo mejor es dormir completamente a oscuras, sin que nada nos moleste, para que nuestro cuerpo tenga unos ritmos normales.
Fuente: Ocio
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