Durante los últimos tres años el gobierno federal ha detenido o abatido a 15 integrantes del Cártel de Sinaloa, quienes eran considerados parte de los 122 objetivos prioritarios establecidos dentro de la estrategia desarrollada por el gabinete de seguridad.
Con la detención o muerte de estos 15 capos, entre los que se encuentra Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, falta por asegurar a menos de 10 líderes de la organización, entre los que se encuentran: Dámaso López, alias “El Mini Lic”; Ismael “El Mayo” Zambada García y Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”.
Por estas últimas dos personas la Procuraduría General de la República (PGR) ofrece una recompensa de 30 millones de pesos por cada uno, a cambio de información que lleve a dar con su paradero o su captura, por encontrarse incluidos entre los objetivos prioritarios en el combate al narcotráfico por parte del gobierno federal.
Entre las capturas efectuadas entre el mes de enero de 2013 y el pasado 8 de enero, según un documento de la PGR, se encuentran varios familiares de Guzmán Loera y de Ismael Zambada, así como diferentes lugartenientes, jefes de escolta y operadores financieros de la organización criminal.
Una de las primeras detenciones que llevó a cabo la Federación fue la de Alejandro Cabrera Sarabia, identificado como jefe de plaza del Cártel de Sinaloa en Durango, a quien se le relaciona con las fosas localizadas en el estado de Durango entre 2011 y 2012, de las que fueron exhumados más de 300 cuerpos.
Otro de los detenidos es Abraham Inzunza Inzunza, “El Peque”, hermano de Gonzalo, “El Macho Prieto”. Abraham es solicitado por autoridades de Estados Unidos para ser juzgado por delitos relacionados con el narcotráfico.
Entre los abatidos está Gonzalo Inzunza Inzunza, “El Macho Prieto”, quien según el gobierno federal fue muerto en un enfrentamiento con elementos de la Secretaría de la Marina (Semar) el 18 de diciembre de 2013 en Sonora; sin embargo, su cuerpo fue sustraído por integrantes del crimen organizado.
En la lista de detenidos también se encuentran tres integrantes de la familia de Guzmán Loera. Uno de ellos es su suegro Inés Coronel Barreras, considerado por el gobierno federal como el principal operador de Joaquín “El Chapo” Guzmán, a través de los delitos contra la salud en la modalidad de producción, almacenamiento y trasiego de marihuana.
Humberto Rodríguez Coronel, “El Canelo”, es sobrino de Ignacio Coronel Villarreal, uno de los líderes fundadores del Cártel de Sinaloa. Antes de ser detenido controlaba el comercio de drogas hacia Estados Unidos desde Durango y Chihuahua, además de realizar actividades delictivas en partes de Sinaloa y Coahuila. José Ángel Carrasco Coronel, “El Changel”, también es ubicado como familiar de Joaquín Guzmán y sobrino de su socio Ignacio Coronel, abatido en 2010.
El hijo de Ismael El Mayo Zambada, Serafín Zambada, fue detenido el 23 de noviembre de 2013. Un año después se declaró culpable en una Corte Federal del sur de California por los delitos de conspiración para importar cocaína y metanfetaminas a Estados Unidos.
Los operativos realizados por las autoridades durante este periodo también permitieron los aseguramientos de Luis Ricardo Centeno Vela, “El Mongol”; Francisco Javier Rodríguez Picante, “El Fantasma”; Mario Núñez Meza, “El M-10”; Misael Torres Urrea, hijo de Manuel Torres Félix, “El JT”, y Gabino Salas Valenciano, a quien se conoce como “El Ingeniero”.
A ellos se le suma la reciente captura de Orso Iván Gastélum o Jorge Iván Gastelúm Ávila, “El Cholo Iván”, asegurado el pasado 8 de enero en el municipio de Los Mochis, Sinaloa, junto con Joaquín Guzmán Loera.
En la lista de los objetivos detenidos o abatidos por el gobierno federal también se encuentra Jesús Rodrigo Fierro Ramírez, “El 11”, quien perdió la vida en un enfrentamiento el 24 de enero de 2013.
Fierro, ex agente de la desaparecida Policía Judicial, era identificado por el gobierno como uno de los principales líderes de ese cártel.
Fuente: El blog del narco
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