¿Te cuesta levantarte cada mañana para ir a trabajar? Tranquilo, no eres el único que está desencantado con su trabajo. Pero no te preocupes, porque seguramente, a no ser que tengas uno de estos trabajos, lo tuyo no es lo peor.
Cavador de tumbas
Empezamos por un trabajo que, aunque no es desagradable, tampoco es que sea de lo más placentero. Se trata de un trabajo muy físico, y muy regular. Es decir, nunca vas a dejar de tener trabajo. Aunque posiblemente sí que se te acabe el terreno donde hacerlo. En cualquier caso, ser cavador de tumbas exige un esfuerzo que no todo el mundo está dispuesto a hacer.
Ni siquiera podemos decir que el ambiente de trabajo sea bueno, sino todo lo contrario. Prácticamente no hay ambiente de trabajo, es un ambiente tranquilo, y básicamente muerto. No es que sea demasiado placentero trabajar en esas condiciones, pero oye, después de todo lo que vamos a ver en este post, probablemente sea de los menos malos. ¿No te lo crees? Pues continúa viendo los siguientes trabajos.
Embalsamador
Siendo sinceros, todo lo que tiene que ver con los muertos, da mucho mal rollo. Por eso, te tiene que gustar tu trabajo sí o sí. En este caso, podemos decir que ser embalsamador es peor que ser el técnico de las autopsias, porque seguramente haya trabajadores en la morgue que adoren su trabajo. Pero los embalsamadores… eso es otra cosa.
Lo mismo ocurre con los maquilladores de muertos. No decimos que sea un mal trabajo, solo que es muy tétrico para la mayoría de los mortales, porque precisamente, ese tipo de trabajos están muy relacionados con la muerte: ves a la muerte todos los días, y eso no es nada agradable. Y los movimientos mecánicos de los muertos… eso sí que da miedo.
Encargado de baños portátiles
Los baños portátiles son una cosa ya desagradable de por sí. Los encontramos en mercadillos, ferias, y fiestas de barrios o de pueblos. Meterse en uno es una odisea, y quedarse atrapado puede ser una de las experiencias más desagradables de nuestra vida. Pero lo peor sería enfrentarnos a ello todos los días de nuestra vida.
Así que nosotros diríamos que sí, que uno de los peores curros es el de vaciador o encargado de estos baños portátiles. No es nada gratificante, no puedes tener vocación por ello, y el sentido del olfato se te insensibiliza. No hay nada bueno en este trabajo. Ni en ninguno que tenga que ver con la escatología.
Este veterinario
Ser veterinario tiene que ser muy gratificante, pero hay algunos aspectos que podríamos obviar. Por ejemplo, el tema de ser inseminador. No creo que sea agradable comprobar si una cerda, vaca, o lo que sea ha quedado correctamente inseminada. Tampoco es demasiado placentero hacerle un tacto rectal a algún animal.
Pero sí que comprendemos que el tema de la veterinaria sí que puede tener vocación. Solo que alguno de sus aspectos no son tan buenos como en otros. Pero claro, hay que decir que esto ocurre también en el resto de trabajos, ¿verdad? En realidad, solo hay que centrarse en lo bueno, y lo malo no será tan malo. O eso queremos creer, claro está.
El de este niño
Lo de este niño es lo peor que puede haber. Sí, es el niño que coloca los trajes de los luchadores de sumo de forma correcta. Sus manos pequeñas y gráciles han estado donde no ha estado cualquier otro ser humano, y eso no tiene que ser demasiado agradable. Suponemos que es el equivalente a ser becario en nuestro país. El último becario.
Suponemos que esos niños serán aprendices de los luchadores de sumo. Es algo bastante útil, ya que tienen que saber de qué va el sacrificio por el deporte que aman desde muy pequeños. Vamos, que si pueden aguantar este trabajo, después van a poder con todo. Porque ellos han estado en lugares que no imaginaríamos.
Quitanieves en Rusia
Si, lo de ser quitanieves en los tejados de Rusia tiene que ser muy, pero que muy jodido. Hombre, trabajo no te va a faltar, pero eso de pasar frío en el trabajo, que se te calen hasta los huesos y que parezca que nunca va a acabar porque por la noche nevará más…todo eso hace de este trabajo algo horrible no, lo siguiente. Es un trabajo con pocas expectativas.
Pero alguien tiene que hacerlo y al menos esperamos que esté bien remunerado, aunque no no creemos que lo esté. Porque los trabajos más duros físicamente son los que menos remunerados están. Se supone que es porque todo el mundo puede hacerlo, pero… creemos que no es lo habitual.
Este tipo
Este es el colmo de los colmos, porque tienes que tener una plena confianza en la puntería de tus compañeros. Puede que esté en el nivel de francotiradores avanzados, pero aún así, yo no me fiaría demasiado. Es lo que tiene estar en el ejército, sobre todo en uno asiático, donde el nivel de exigencia es un poco mayor que el de la perfección.
Lo que viven estos soldados no es normal, pero si quieres perderle el miedo a que te den con una bala entre ceja y ceja, lo mejor que puedes hacer es trabajar de sujeta dianas. Te aseguramos que vivirás con el miedo eternamente, y una guerra al lado de este trabajo, puede que no sea absolutamente nada.
Técnico en Japón
Sí, en Japón lo de las líneas telefónicas y la fibra óptica lo han llevado hasta el extremo. Es por eso que cuando hay una avería, los técnicos echan a suertes a quién le toca, porque no es nada agradable hallar dónde está el problema entre toda esa maraña de cables. Aún así, los japoneses son de lo más eficientes y nunca se quejarán delante de ti.
Si esto ocurriera en España, podemos decir que sería peor. Mucho peor. Viviríamos en la inmundicia, seguro, porque a nadie le daría la gana de averiguar dónde está el fallo del cable.
Este señor
Ya hemos hablado antes de ser veterinarios. Bien, imaginémoslo a gran escala. Es decir, tamaño elefante. Ver si se ha inseminado bien una elefanta, o meterse por el ano de uno de estos animales tiene que ser una de las peores experiencias del mundo. Algo con lo que podríamos quedarnos traumatizados para el resto de nuestras vidas.
Vamos, que si tu trabajo es este, ya tienes el cielo ganado en otra vida. Porque aparte de ser un trabajo oscuro, tiene que estar muy mal recompensado. Si por el contrario, sí te pagan bien, seguramente sea igual de difícil encontrar a alguien que haga este tipo de trabajos.
Probadora de desodorantes
Sí, comprobar si un desodorante funciona no tiene por qué ser agradable. Es más, tiene pinta de ser algo asqueroso, porque no sabemos a qué pruebas someten a esos hombres: tendrán que sudar, correr, y en definitiva, su función es sacar de sí mismos el olor más asqueroso posible, para que estas señoras, puedan comprobar después, si el desodorante de verdad funciona.
Y empieza a ser lo peor, cuando se llega a niveles extremos de desodorantes: esos desodorantes a prueba de todo. ¿Cómo los habrán probado? Seguramente no es algo que queramos saber. Aún así… ¿todavía te estás quejando de tu trabajo? Inténtalo entonces con alguno de estos. Seguro que hay vacantes libres.
Fuente: Ocio
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