50 gramos diarios es lo que se recomienda. Para algunos puede parecer excesivo, pero hay muchos alimentos que tienen azúcar y no lo sabemos.
Bien sabido es a estas alturas que el azúcar no es nuestro mejor amigo, pero sí que es deliciosa. Aún así, debemos cuidar su consumo. Y un nuevo estudio acerca de la ingesta recomendada salió a la luz, de la mano de la Asociación de Comida y Drogas (F.D.A.) de Estados Unidos.
Según nuevos hallazgos, el consumo permitido por persona debería restringirse, al menos a una pequeña porción diaria. La idea es limitar el consumo lo más posible sin interferir en una alimentación normal. Esto sería un 10% de las calorías ingeridas por día.
Para una persona de peso normal, pasando la infancia, esto se traduciría en 50 gramos diarios, o 12 cucharaditas de azúcar. Puede sonarnos como bastante, pero debemos tener en consideración todosaquellos alimentos que ya vienen con su propia azúcar. Y que, hoy en día, son bastantes y en diversos tipos, como la miel, sucralosa, entre otros.
Por ejemplo, una sola lata de Coca Cola ya llenaría el consumo diario del que se habla. Cuando lo vemos de esa manera, comienza a parecer poco. Y es que para poder controlar bien el tema, se necesita un etiquetado responsable y pertinente de parte de las fábricas.
“Cuando vemos un yogurt con imágenes de arándanos y frutillas en la etiqueta – podría haber una pequeña cantidad de fruta real, y mucho de azúcar agregada, o mucha azúcar y poca azúcar extra, y el consumidor no podría distinguir entre ambos“.
– Susan Mayne, Directora del Centro de Seguridad de la Comida y Nutrición Aplicada (F.D.A.).
Es bastante difícil estar revisando, alimento por alimento, cuánta cantidad exacta de azúcar contiene. Finalmente, la conclusión de la F.D.A. sólo nos llevaría a rebajar el consumo de alimentos con riesgo, como la chatarra, dulces, bebidas gaseosas y otros. Lo mejor sería consumir el azúcar natural de frutas o verduras. Pero para algunos, es un cambio total.
“Hay mucha azúcar escondida en nuestra comida, y no sólo en los dulces”.
– Dr. Frank Hu, miembro del Comité Consejero de Guías Dietarias.
Si bien nuestro cuerpo no diferencia entre el azúcar procesada y la “real”, aquellos alimentos altos en azúcar que consumimos, no poseen otros nutrientes. Cuando comemos frutas, o incluso lácteos saborizados o granola, al menos sí estamos recibiendo más aporte nutricional. Y es lo que nuestro cuerpo necesita como moneda de cambio.
La Organización Mundial de la Salud apoya estos hallazgos, instando a la gente a que rebaje su consumo aún más, casi ciñéndose a sólo productos naturales. Y es que las personas cada día se alimentan de manera más procesada, lo que a la larga tiene repercusiones en nuestra salud.
Al menos, la cantidad que la F.D.A. sugiere se ajusta a casi todo tipo de dieta (que varía según cultura y contexto). Usualmente esto afectaría más a jóvenes, gente de escasos recursos y algunos grupos culturales, que tienden a comida más procesada o chatarra, o cosas que ya vienen preparadas. Lamentablemente, no podemos vivir sólo de aquello.
Si no controlamos nuestro consumo de azúcar, en especial de aquella artificial, nuestro metabolismo podría sufrir graves consecuencias. Al largo plazo, estas se reflejarían en enfermedades por la falta de nutrientes, o podrían afectar nuestros genes para con las futuras generaciones. Puede doler dejar de consumir tantos dulces, pero es importante que equilibremos nuestra alimentación.
Fuente: Vip digital
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