Ciudad de México.- Joaquín Guzmán Loera no ha asesinado a nadie en México. Al menos eso afirma la verdad jurídica de su caso en su país natal.
Donde las autoridades no le han fincado un solo cargo de homicidio en 20 años de acusaciones, las seis causas penales que el líder del cártel de Sinaloa tiene vigentes en México, confirmadas a Univision Investiga por autoridades judiciales, incluyen cuatro cargos de delincuencia organizada y delitos contra la salud en grado de tentativa.
Un cargo por delincuencia organizada y uno más por la portación de armas de uso exclusivo del Ejército y la Fuerza Aérea, en México se juzga como “delitos contra la salud” todas las variantes de acusaciones por narcotráfico. En el caso de Guzmán, un cargo de 2009 lo acusa de “posesión con fines de comercio” de cocaína.
En ningún otro se menciona alguna droga en específico. Su participación fue “colaborar al fomento para posibilitar la ejecución del delito”, de acuerdo con los expedientes judiciales de los que Univision Investiga tuvo información. Ante la solicitud de entrevista sobre el tema, la Procuraduría General de la República respondió que estaban procesando la petición.
“Lo único que vale es lo que está en el expediente, es lo único que vale. Lo que digan los medios de comunicación definitivamente no opera, no sirve, en la parte jurídica”, explicó el abogado penalista Rafael Heredia, sobre las acusaciones en contra de Guzmán en territorio mexicano.
En Estados Unidos, la corte de Nueva York le acusó de varios asesinatos cometidos en México en contra de informantes, testigos, miembros de cárteles rivales y funcionarios, uno de ellos el de Rafael Ramírez, un policía que trabajaba para la policía del Estado de México.
La fiscalía neoyorquina acusó a Guzmán y su socio, Ismael “El Mayo” Zambada de haber ordenado el asesinato de Ramírez en agosto de 2008, porque sospechaban que recibía dinero de un cartel rival.
En entrevista con Univision Investiga en 2014, su hijo relató que el policía fue acribillado desde un automóvil enfrente de su casa. Recibió seis impactos de bala, con su familia como testigo, en su casa de una zona popular del Estado de México.
“Mi papá trataba de defenderse, no traía su pistola, mi mamá y yo viendo. Queríamos hacer algo pero nos tenían igual apuntados a nosotros desde esta puerta y nos dicen: si ustedes se salen también a ustedes”, recordó el joven, quien aceptó contar por primera vez su testimonio.
Crímenes, ¿sin castigo?
Dos penalistas mexicanos consultados por Univision Investiga coincidieron en que sería muy difícil que los cargos por homicidio, ocurridos en México en contra de ciudadanos mexicanos, puedan juzgarse finalmente en la fiscalía de Nueva York que los incluyó en sus acusaciones.
Rodolfo de la Guardia, exfuncionario de la Procuraduría General de la República y exdirector de Interpol México, consideró que su inclusión en un juicio en Estados Unidos sería posible “si los fiscales estadounidenses cuentan con evidencia de que los homicidios se planearon desde su territorio o están aplicando su ley especializada que les permita conocer de asuntos conexos al tráfico de drogas que afecten a los Estados Unidos”.
Heredia consideró que la jurisdicción estadounidense no podría juzgar estos delitos, porque “no están denunciados en México, por tanto la autoridad mexicana no conoce de esos hechos (…). No se puede juzgar por homicidio en los Estados Unidos. Se estaría violando desde mi punto de vista el propio derecho constitucional de los Estados Unidos y los tratados internacionales”.
De cumplirse este panorama jurídico, Guzmán sería juzgado en México o en Estados Unidos sin que se le finque alguna responsabilidad en alguno de las más de 20 mil muertes violentas que el gobierno mexicano atribuye a él y su organización durante las últimas tres décadas.
Fuente: EL blog del narco
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