Si estás cansada de probar rigurosas dietas combinadas con rutinas de ejercicio largas y extenuates para acelerar tu metabolismo, pero no sientes cambios importantes; entonces es hora de adquirir hábitos que te ayuden a mejorarlo. Prueba los siguientes:
1. Incluye trabajo con pesas en tus rutinas
El trabajo de musculación con pesas, brinda muchos beneficios que difícilmente puedes obtener con otro tipo de entrenamiento; por ejemplo, la pérdida de grasa corporal será más fácil gracias al rápido incremento de tono y fuerza muscular generados por la pesa, lo anterior te ayudará a quemar mucho más calorías durante y después de la rutina; así mismo, reducirás el riesgo de diabetes y osteoporosis; fortalecerás la estructura y mejorarás la funcionalidad de tendones, ligamentos y articulaciones; serás más fuerte y te sentirás más segura en tus actividades cotidianas, Minimizarás el riesgo de lesiones; mejorará notablemente tu postura corporal y elevarás tu autoestima al ver una mejora de tu imagen corporal, para iniciar, al menos intenta 20 minutos 3 veces por semana.
2. Trabaja tu cardio en intervalos
Si después de trabajar por mucho tiempo tu cardio de la manera tradicional, te sientes cansada, aburrida y/o estancada; intenta con el método HIIT (high intensity interval training) es sin duda una de las formas más efectiva para quemar grasa, perder peso y mejorar las capacidades físicas condicionales; sin embargo, al ser un trabajo “corto e intenso”, requiere de una preparación paulatina en la que vayas de menos a más; para ello, lo ideal sería que inicies con intervalos aeróbicos(intensidad media: duración 1 a 3 minutos + descansos breves) y posteriormente intentes los anaeróbicos (30 a 60 segundos de alta intensidad + descansos de 1 a 2 minutos). Los puedes ejecutar en una máquina de cardio, corriendo, subiendo escalones, saltando cuerda, nadando, etc.
3. Asegúrate de consumir proteínas diario
Gracias a que las proteínas tienen un efecto saciante prolongado y su contenido calórico es igual al de los carbohidratos (4 cal x gramo) y menor al de las grasas (9 cal x gramo); al final del día terminarás consumiendo menos calorías pero sentirás saciedad por mas horas. Pregunta a un especialista en nutrición cuantos gramos debes consumir por día y si te conviene tomar algún batido de proteína como complemento a tu dieta.
4. Prefiere las grasas saludables
Los ácidos grasos esenciales que son básicos para la salud del sistema cardiovascular, la vista, el cabello, la producción de hormonas y demás, se encuentran en las grasas saludables (aguacate, salmón, nueces, aceite de olivo, etc)… estas proveen de energía al cuerpo, mantienen la piel suave, protegen el organismo y transportan las vitaminas solubles de las grasas a través de la sangre. Por lo tanto, no es conveniente que elimines todas las grasas de tu alimentación, mejor consume “grasas saludables” en moderación.
5. Agrega hortalizas de hoja verde
Debido a que aportan pocas calorías y son ricas en vitaminas (A, B, C, E y K), minerales (calcio, hierro, magnesio, potasio, etc) y fibra; las hortalizas de hoja verde (acelga, apio, berro, espinaca, lechuga, la escarola, etc) brindan el equilibrio nutricional que necesita tu cuerpo, pues son ricas en agua pero bajas en carbohidratos y grasas.
6. Incluye picantes y especias en tus platillos
Es importante saber que no solo dan buen sabor a tus alimentos; también pueden ayudarte a mejorar funciones del metabolismo. Por ejemplo, el ajo acelera el gasto calórico, reduce la retención de líquidos y controla tu apetito; la mostaza acelera el metabolismo; la pimienta cayena acelera hasta un 25% el gasto calórico y elimina toxinas del organismo; el comino reduce la grasa abdominal; el jengibre combate la celulitis; la canela acelera el metabolismo, reduce el apetito, disminuye la ansiedad y mejora la digestión y los pimientos picantes (pimentón, guindilla, chile, tabasco, etc.) pueden reducir el apetito, ayudan a quemar grasa, inhiben la proliferación de nuevas células grasas y estimulan la desaparición de las existentes.
7. Desayuna diario
Esto te ayudará a activar tu metabolismo, pues el primer alimento del día hace que tu organismo regule mejor sus niveles de glucosa e insulina, lo cual evita que busque ahorrar energía en forma de grasa acumulada. Por otro lado, evitarás perder músculo, pues cada vez que no desayunas auto consumes tu tejido muscular para mantener y compensar tu nivel de energía; pero además, si sales sin desayunar de casa, ten por seguro que a media mañana querrás devorar cualquier bocado “alto en calorías” para calmar tu ataque de hambre.
8. Consume 2 litros de agua por día
Beber entre 1,5 y 2 litros de agua por día acelerará tu metabolismo, pues el cuerpo requiere del vital liquido para poder realizar todas sus funciones de forma correcta. Por otra parte, el tomar agua pura te ayudará a estar bien hidratada y a desechar toxinas del organismo más rápido y fácil.
Fuente: Vip digital
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