Paz o muerte, resultado de acuerdos entre organizaciones de tráfico de droga
Ciudad Juárez, Chihuahua.- Luego de ser considerado el municipio más violento y peligroso del mundo —llegó a registrar 30 ejecuciones diarias—, Ciudad Juárez parece sumergirse en una relativa tranquilidad que sólo es irrumpida cuando integrantes de Los Aztecas, brazo armado del Cártel de Juárez, interceptan y ejecutan a los últimos miembros del Cártel de Sinaloa que durante años les pelearonel territorio.
Esa guerra sin embargo, según reportes de periodistas, autoridades e integrantes de Los Aztecas, parece haber llegado a su fin en meses pasados, cuando el Cártel de Sinaloa se debilitó por completo, recuperando así el Cártel de Juárez el dominio del que es considerado por la DEA el corredor más importante para el trasiego de droga.
“La semana pasada nos chingamos a 20 chapos, y los vamos a seguir chingando hasta que se vayan de aquí”, dijo un integrante de Los Aztecas, quien pidió ser identificado como el Comandante del Diablo.
La guerra entre los Cárteles de Sinaloa y de Juárez, liderados por La Línea y su brazo armado Los Aztecas, habría comenzado a inclinarse en éstos últimos a partir del arresto de Joaquín Guzmán Loera elChapo, en febrero de 2014.
Fue entonces que los planes del Chapo Guzmán quedaron anulados, y su gente, conocidos como Los Pelones y Los Chapos, que peleaban el territorio de Chihuahua, quedaron sin líder y empezaron a caer uno a uno en manos de Los Aztecas.
Fin de un plan
De acuerdo a información confidencial fue a mediados del 2012 que La Línea y gente de Joaquín el Chapo Guzmán, llegaron a una tregua y dividieron la zona de Ciudad Juárez para así detener la violencia, que entre 2010 y 2011 cobró la vida de 10 mil 907 civiles y agentes policiacos en esa entidad.
La gente del Chapo Guzmán se quedaría con la parte del centro de Ciudad Juárez hacia el oriente, incluyendo el Valle de Juárez, mientras que la parte hacia el poniente sería para La Línea y para Los Aztecas.
Así ambos cárteles empezaron a “trabajar”, cada quien por su lado, de tal manera que para el 2012 se redujo el número de homicidios a 2 mil 259, y en el 2013 bajó a mil 794, muy lejos de los 6 mil 407 registrados en 2010, según datos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Chihuahua.
Fuera de “los usuales ajustes de cuentas”, todo se había calmado en el 2013, hasta que en febrero de 2014, Joaquín el Chapo Guzmán fue arrestado en la ciudad de Mazatlán.
Entonces, se dice, gente de La Línea y de Los Aztecas, retomaron el control de la zona oriente de la ciudad, y calladamente empezaron a localizar y desaparecer a los Chapos y a los Pelones, mientras que la otra parte fue arrestada o muerta por las autoridades.
“Lo que se dice en el bajo mundo es que para abril de este año, el Cártel de Juárez retomó el control de toda la ciudad, y que los que quedan de Sinaloa, poco a poco los iban localizando, y matando o desapareciendo”, dijo un reportero de nota roja de esa ciudad, que pidió no ser identificado con su nombre.
Agregó: Lo que antes era cubrir 300 muertos al mes, y tener miedo porque gente de esos dos grupos se mataban a todas horas, ahora cubrimos 30 muertitos por mes, y aunque no está tan tranquilo como uno quisiera, sí se siente menos presión.
En ese sentido, el periodista observó que los muertos son producto del mismo control en el interior de el grupo delictivo Los Aztecas, que mantienen el control del tráfico de indocumentados, prostitución y venta de droga, y que matan a gente de su mismo grupo que no cumple, o “que tratan de pasarse de listos”.
“Las autoridades las llama muertes aisladas, que ya no son enfrentamientos entre el Cártel de Juárez con gente de Sinaloa, que hasta los mismos Aztecas dicen que ya casi se fueron todos para su tierra”, observó el reportero.
La relativa calma de un muerto diario
Liliana Gómez, quien labora como gerente de un conocido restaurante en esa ciudad, opinó que la calma es demasiado obvia en estos días de 2015, comparados con los constantes enfrentamientos que ocurrían hace cinco años.
“Me tocó ver como mataron a un hombre; mi mamá y yo estábamos en el auto esperando el semáforo y a lado de nosotros estaba una persona en su auto, también esperando el siga, cuando una camioneta se atravesó, y varios hombres armados bajaron; el hombre de a lado, al ver que iban por él, trató de huir a pie, pero le dispararon y cayó muerto al lado de nosotras”, dijo la joven restaurantera.
Otras familias como los Alvarado Sánchez, al ver la guerra sin tregua que se originaba en las calles, prefirieron emigrar a otras entidades, incluso a Estados Unidos, con tal de no ser víctimas colaterales que, a todas horas, manchaban las calles de sangre.
“Mi papá nos llevó a León (Guanajuato), por temor a que nos pasara algo, porque no se podía salir a ninguna parte; muchos negocios y restaurantes comenzaron a cerrar porque no se podía vivir aquí”, dijo Raúl Alvarado Sánchez, que regresó a mediados de 2012 a Ciudad Juárez, una vez que la guerra “se había tranquilizado”.
Orígenes de una guerra
Cuando Joaquín el Chapo Guzmán se fugó de la prisión, en enero de 2001, estuvo oculto en El Cielo, una pequeña hacienda localizada en lo alto de un cerro, cerca de La Tuna Badiraguato, de donde es originario.
Sin el poder que tenía al momento de ser arrestado, fue apoyado por Arturo Beltrán Leyva, con quien mantenía una amistad de años, y por Ismael el Mayo Zambada, quienes lo apoyaron para regresar al negocio.
Visionario como era, sabía que para crecer necesitaba un territorio para cruzar droga a Estados Unidos, y así emerger de entre las cenizas.
Dos opciones le llenaron los ojos: Tamaulipas y Ciudad Juárez. Así que el capo inició su estrategia para entrar a esos territorios; así que por un lado invadió Tamaulipas, mientras que por otro le declaró la guerra al Cártel de Juárez, luego que en septiembre de 2004 mandara matar al sucesor natural de Amado Carrillo Fuentes, Rodolfo Carrillo Fuentes, llamado el Niño de oro.
En los años posteriores, la fracción comandada por el Chapo Guzmán se fortaleció e inició la invasión a Ciudad Juárez, que entonces era liderada por Vicente Carrillo Fuentes, el Viceroy.
Fue a partir del 2008, que el Chapo Guzmán creó un ejército de kaibiles y ex militares llamados los Pelones, y los Chapos, para enfrentar a La Línea, el brazo armado del Viceroy.
Estos por su parte, acudieron a un grupo de ex presidiarios conocidos como Los Aztecas, que incluía adictos e indigentes, que fueron armados hasta los dientes para enfrentar a los invasores de Sinaloa.
La guerra se extendió hasta el 2012, en que ambos grupos armados llegaron a un acuerdo, y los Pelones, en diciembre de 2012, se unieron al Cártel de Juárez, quedando únicamente los Chapos para controlar el territorio logrado.
Pero tras el arresto del Chapo, en 2014, la tregua se derrumbó, y actualmente Ciudad Juárez y casi todo el territorio de Chihuahua es controlado por La Línea, los nuevos líderes del Cártel.
Fuente: El blog del narco
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