Ciertos hábitos que ni siquiera pasan por tu mente, podrían estar causando grandes daños a tu piel y, por ende, a tu salud. Y no te preocupes, la mayoría hemos adoptado la mayoría de estos hábitos, pero es importante que, después de leer esta nota, empieces a hacer los cambios necesarios para lucir una piel de envidia todos los días.
No desmaquillarte: Se ha dicho un billón de veces que es muy importante desmaquillarse antes de ir a dormir. Si no lo haces, dejarás gérmenes y bacterias en tu almohada que, más adelante, podrían convertirse en acné o causar irritaciones si tu piel es sensible. Es por eso que, por más cansada que estés, es indispensable desmaquillarse primero.
Mucha cafeína: Está bien tomarse una o 2 tazas de café al día, pero cuando esas tazas se convierten en litros, tu piel será la primera en salir perjudicada. Te sorprenderá la velocidad en que la cafeína absorbe el agua de la piel, para dejarla seca y sin luz. Esto también promueve las líneas de expresión y las arrugas, así que te recomendamos tomar más agua y menos café.
Saltarse comidas: Además de darte hambre, saltarte comidas podría afectar tu piel grandemente. Al evitar el desayuno o las cena, tu cuerpo no recibe los nutrientes que necesita para darte una piel brillante y saludable. De igual manera, este mal hábito puede afectar tus órganos, niveles de energía y tu salud.
No haces pruebas cutáneas: Esto es especialmente importante si tienes piel sensible. Cada vez que vayas probar un nuevo producto, es importante que hagas una prueba cutánea para descartar irritaciones o alergias. Si no lo haces, ¿cómo crees que tu piel reaccionará a largo plazo?
Productos para el cabello: ¿Usas mousse para el cabello y laca? Si lo haces, es posible que el producto termine, tanto en tu melena, como en tu piel, lo cual podría resultar en diferentes problemas como acné, irritación, comezón y más. Para evitar que esto ocurra, te recomendamos cubrir tu rostro a la hora de aplicar el spray y ser más cuidadosa con la aplicación de los demás productos.
No lavar tus lentes de sol: Piénsalo: tus lentes están en tu rostro, así que acumulan aceite, maquillaje, bacterias y suciedad. Cuando los colocas nuevamente en tu cara, ¿no crees que todo eso se transferirá a tu piel? De esta forma podrías empeorar tu acné, adoptar alguna condición médica de la piel o incluso afectar tu salud.
Cambios drásticos de peso: ¿Subes y bajas de peso en forma constante? No te preocupes, la verdad es que todos lo hacemos, pero esto también conlleva problemas con la piel. Cuando subes de peso y lo pierdes rápidamente, la fibra de tu piel resulta afectada, por lo que podrías alterar su elasticidad, tener arrugas y perder brillo.
Fuente: Eme de mujer
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