Todas tenemos nuestras extrañas (y asquerosas) rutinas que nos permiten aguantar la época de lavado lo más posible. Pero hay un límite, ¿no? Antes de que te des cuenta (si es que te das cuenta) tu propia ropa te estará ROGANDO por que la laves. Y eso incluye tu lencería, específicamente tu brasier.
1. Cosas asquerosas se acumularán en tu bra: Bacterias, aceite, suciedad, crema, microorganismos, hongos… y estos son solamente la punta del iceberg. Entre más tiempo pases sin lavar tu lencería, más cosas asquerosas se acumularán en ellas. Y por su cuenta no son dañinas, pero júntalas y tendrán una fiesta con tu piel.
2. Tu bra empezará a oler mal… y tu ropa se impregnará de ese olor: Seguramente te has dado cuenta que, después de cierto tiempo, las cosas, especialmente la ropa, empieza a oler mal. Y tus bras NO son la excepción. Si importar qué tanto perfume uses, si vas al gimnasio de manera regular y no limpias tu bra deportivo, en poco tiempo desprenderá un olor desagradable. Y aunque tú te acostumbres después de un rato, la verdad es que los demás lo notarán en seguida.
3. Tu bra podría mancharse: Tu desodorante será tu mejor amigo… hasta que manche tu bra después de no lavarlo por un par de semanas. La única forma en que puedes salvar tu lencería es comprándola de un color oscuro, pero la verdad es que ésta no es la solución para tus problemas de higiene.
4. Podrías desarrollar un caso de acné: Esto es muy probable que suceda si te ejercitas con un bra deportivo. La lencería con sudor es posiblemente una de las causas principales del acné… y si todavía no sufres por culpa de ella, ¡no la tientes! Dado que son prendas increíblemente ajustadas, todas las bacterias se acumulan y causan fricción. Después de TANTA fricción y calor, podrían empezar a desarrollarse barritos y granitos en la espalda.
5. Podrías tener una infección: La ropa es una de las causas principales de irritación en la piel. Y esto sucede porque casi NUNCA son de la talla correcta y no reciben los cuidados de higiene adecuados. Es muy fácil que las bacterias y los hongos debajo de los senos puedan planear hacerte la vida imposible gracias al espacio tan húmedo y cálido que adoran. Como resultado, podrías presentar enrojecimiento, irritación y hasta una infección en la piel específicamente en el área de tus senos.
Fuente: Eme de mujer
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