El virus se une a los macrófagos, luego se acopla a las células B y se desplaza hacia el interior del ganglio linfático donde establecen conexiones estables con el tejido.
Científicos de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, inyectaron VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) a un ratón de laboratorio para ver en tiempo real y por primera vez, cómo es que el virus de extiende en el cuepo.
Los investigadores marcaron el virus con colorantes fluorescentes y lo inyectaron en el ganglio linfático del roedor. Posteriormente, se ayudaron de la microscopía de excitación de dos fotones y notaron que, de inmediato, este se unía a varias células.
En los videos se observa que el virus, en un principio, se une a los macrófagos, células inmunes encargadas de consumir partículas extrañas y células muertas, sin embargo, la partícula del VIH se acopla a las células B, responsables de generar anticuerpos, y se desplaza hacia el interior del ganglio linfático. Como consecuencia, luego de uno o dos días, las células B establecen conexiones estables con el tejido, lo que permite la transmisión completa del virus.
El experimento permite afirmar que el VIH afecta especialmente al sistema linfático, ya que esta es la sede del sistema inmunológico, y que podría significar un avance en el desarrollo de los medicamentos contra el SIDA, pues si se logra detener la transmisión del virus, evitando que se infecten los macrófagos, quizá no se llega a la última etapa de la enfermedad.
Los resultados fueron publicados en la revista Science.
Fuente: SDP Noticias
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