Además de perder peso, tu cuerpo obtendrá más beneficios
El refresco es una de las bebidas más adictivas que puede recibir el cuerpo humano, quizás hayas intentando dejarlo porque quieres perder peso, para no sufrir de la molesta colitis o simplemente porque quieres cambiar tus hábitos alimenticios.
Si dentro de tus planes está dejar estas bebidas azucaradas, te daremos más razones para que puedas cumplir tu meta.
Menos apetito
Los endulzantes artificiales son el gran problema de los refrescos. De acuerdo con la nutrióloga Isabel Smith,el azúcar artificial afecta nuestro sentido de saciedad. Con los edulcorantes artificiales, el cuerpo responde con más hambre dada la gran cantidad de calorías que se obtienen mediante los refrescos, si lo dejas el hambre será menor.
Lucirás más joven
Según un estudio del American Journal of Public Health, el consumo diario de refresco con una gran cantidad de azúcar, está asociado a un periodo de vida más corto, lo cual, es el precursor de padecimientos como la diabetes o enfermedades del corazón. Los refrescos endulzados con mucha azúcar incrementan el envejecimiento de las células, tal y como lo hace el cigarro en los fumadores
Más salud
La acidez del refresco es mala para el sistema digestivo, erosionan el esmalte de los dientes y empeoran el reflujo. Las sodas de dieta son las más traicioneras, pues el azúcar artificial podría afectar la salud de las bacterias del estómago, lo cual, tendría efectos adversos en el control de azúcar en la sangre. Por cada 5% de calorías que consumimos de los edulcorantes, el riesgo de padecer diabetes se incrementa en un 18 por ciento.
Adiós a los kilos de más
No importa que existan todas esas bebidas bajas en calorías o libres de azúcar, la realidad es que con el azúcar artificial que tienen liberan insulina e impiden y evita perder peso. Con la ayuda de los endulzantes artificiales no se evita liberar insulina y se le dice al cuerpo que haga lo contrario. Además, los químicos de los refrescos de dieta pueden dañar más al organismo.
Más energía
Beber mucha cafeína puede deshidratar, y sobreestimular el sistema nervioso, lo cual dará una sensación de cansancio y fatiga. La verdadera energía se obtiene de los alimentos naturales y no de los procesados.
Fuente: Soy carmin
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