Por su capacidad en el trasiego de droga, siete nuevos cárteles operan en México según datos de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada.
Se trata de El Estado, Los Precursores Químicos, Los Mazatlecos, Chapo Isidro, La Oficina, Aeropuerto y Gente Nueva del Sur… En la mayoría de los casos nacieron como células o brazos armados de las organizaciones delictivas de alto impacto ya conocidas en nuestro país, pero su evolución criminal derivó en que la SEIDO los designara o reclasificara como cárteles en el mapa actual del narco.
Contactos en el extranjero —en especial, Sudamérica y Estados Unidos— para el tráfico de narcóticos, presencia en diversos estados del país, liderazgos regionales, poder de fuego y de reclutamiento, son factores por los cuales abandonaron la etiqueta de células.
CáRTEL DEL ESTADO. Tiene como principal zona de influencia el centro de la República y en específico el Estado de México, de ahí su nombre. De arranque se le definió como una escisión de la Familia Michoacana, pero su cartera de violencia basada en secuestros, cobros de piso y distribución de estupefacientes le otorgó un rasgo independiente. Uno de sus núcleos operativos más importantes es la ciudad de Valle de Bravo, donde fue estrenada la Gendarmería Nacional desde mediados de 2014, y donde mandos federales y locales han consumado algunas detenciones. Sus primeras referencias fueron por la vía de narcomantas: algunas acusaban protección de fuerzas federales a La Familia y otras lanzaban amenazas directas en contra de autoridades.
Hasta ahora se ha logrado aprehender a Luis Fernando Campos Rivera, alias El 14, supuesto jefe de la plaza de Valle y Elías Rodríguez Hernández, alias El Negro o El 300, los dos ex policías del municipio guerrerense de La Unión de Isidoro Montes de Oca. La incorporación de elementos con pasado policial o militar es, como en otros casos, una de sus características, así como el uso de armamento que ha sido robado a corporaciones policiacas. Se ha distinguido por sus confrontaciones con las fuerzas del orden como en el municipio de Luvianos, donde este grupo asesinó a un subdirector de policía.
CÁRTEL DE LOS PRECURSORES QUíMICOS. Poco se conoce de esta organización y de quienes la encabezan, pero su alcance es nacional e internacional, pues se ha especializado en el comercio de al menos tres decenas de sustancias químicas necesarias para el procesamiento de la amapola, la coca y la heroína. Algunos de estos líquidos son hexano, metanol, acetato de burilo, etilo e isopropilo, queroseno, ácidos clorhídrico y sulfúrico, alcohol butílico, cloroformo y diacetona… Su ingreso al país —vía las extensas fronteras terrestres y marítimas— se da mediante el contrabando o las importaciones ilegales. Por las corruptelas y debilidad legal, se dificulta su aseguramiento. La mayoría de insumos químicos provienen de Estados Unidos, Europa, Sudamérica y Asia. Los líderes utilizan empresas fantasmas o fachada para falsear la importación , y cuentan con brazos distribuidores hacia laboratorios clandestinos, ubicados en la selva, en la sierra o en zonas alejadas y de difícil acceso. También se han descubierto casos en los que se les mezcla con otros productos menos controlados; se les destila después para su uso en la producción de droga. Esta modalidad, de influencia colombiana, es una de las más perjudiciales para el medio ambiente.
CARTEL DE LOS MAZATLECOS. Surgió en la costa sinaloense bajo el cobijo de una alianza singular: Beltrán Leyva y Zetas. ¿Su objetivo? Disputarle al Cártel de Sinaloa el dominio en estados como el propio Sinaloa, Sonora, Durango y Nayarit. Se llegó a ubicar en la línea de mando a descendientes de los Beltrán: hijos, sobrinos y hermanos, así como amigos y otros hombres fieles al grupo. Alfredo Beltrán Leyva El Mochomo —ya detenido— es una de sus figuras más idealizadas… Se le ha llegado a considerar una de las organizaciones más despiadadas por sus métodos de tortura y homicidio, como el uso de tijeras o picos, su fascinación por calcinar a los enemigos y masificar las fosas clandestinas. Además del negocio de los narcóticos, se ha especializado en extorsiones y plagios y casi en todos los casos las víctimas son asesinadas. Una de sus facetas más estructuradas es el empleo de reclutadores para el sicariato, en especial jóvenes y adolescentes, muchos de los cuales pertenecen a pandillas callejeras. Se les ofrecen sueldos fijos e incentivos por metas cumplidas, previo encierro en campos de entrenamiento, donde lo mismo se les enseña el empleo de armas sofisticadas que el uso de tecnología para vigilancia y alerta.
CÁRTEL DEL CHAPO ISIDRO. Su nombre deviene de Fausto Isidro Meza Flores, alías El Chapo Isidro, quien llegó a ser uno de los principales administradores en el tráfico de mariguana, elaboración de drogas sintéticas y sistemas de comunicación del Cártel del Pacífico, hoy transformado en enemigo. El gobierno de Estados Unidos ha identificado a este cártel como responsable de la distribución de grandes cantidades de metanfetamina, heroína y cocaína hacia la unión americana. Según el Departamento del Tesoro está liderado por gran parte de la familia del Chapo Isidro: su mujer, Araceli Chan Inzuna; su padre, Fausto Isidro Meza Angulo; su madre, Angelina Flores Apodaca; su hermana, Flor Angely Meza Flores, y sus tíos, Agustín Flores Apodaca, Salomé Flores Apodaca El Pelón y Pánfilo Flores Apodaca… Este último, apodado El Charmín, fue capturado por efectivos de la Secretaría de Marina, pero la Agencia Antidrogas de EU solicitó ya su extradición. La Oficina de Control de Bienes en el Extranjero (OFAC) ha identificado que en sus actividades ilícitas utiliza empresas supuestamente dedicadas al autotransporte terrestre, estaciones de servicio a vehículos y constructoras. “Al dirigirse a los líderes de esta organización de tráfico de drogas extremadamente violenta de Sinaloa, estamos protegiendo el sistema financiero de Estados Unidos de otra fuente de dinero ilícito vinculado con el narcotráfico”, ha referido.
CÁRTEL DE LA OFICINA. Se le considera una escisión de brazos armados que pertenecían a Beltrán Leyva, Zetas y Cártel de Sinaloa, con giros ilícitos en los estados de Baja California Sur, México, Querétaro, Aguascalientes, Jalisco, Zacatecas y Coahuila. Uno de sus líderes máximos identificado a plenitud es Daniel Fernández de La Vega, conocido como El Pelacas, El Calaveras o El 7, detenido en 2014 dentro de un fraccionamiento de lujo en Puebla. Otro de los capos capturados —en Aguascalientes— es Jesús Manuel Reyes Flores El Negro, quien involucró a la organización con el asesinato de diversos jefes de plaza de narcomenudeo —especialmente en Cabo San Lucas y San José del Cabo—, comandantes policiales y hasta efectivos del Ejército y la Marina. Según las referencias en la SEIDO, La Oficina mantiene el sello de El Pelacas, “un tipo extremadamente violento y sanguinario, que infunde miedo con escalofriantes asesinatos que generan terror y zozobra entre la población. Es amante de la obediencia absoluta”… Como reemplazo en la jefatura llegó quien es autollamado El 30, hermano de Fernández de la Vega.
A este grupo se le ha asociado con el secuestro del ex candidato presidencial panista Diego Fernández de Cevallos, en mayo de 2010.
CÁRTEL GENTE NUEVA DEL SUR. Sus tentáculos alcanzan los estados de Tabasco, Yucatán y Campeche, cuyo dominio había sido peleado hasta ahora por distintos grupúsculos. Ciudad del Carmen está identificada como uno de sus centros operativos más importantes, a partir del año 2014, cuando aparecieron los primeros rastros de acción delincuencial. Se distingue porque ha apostado —además de la gama de narcóticos, secuestros y cobros de piso— por la proliferación de tomas clandestinas y el subsecuente tráfico ilegal del hidrocarburos. Para esta cartera, ha dividido su estructura en cuadrillas integradas por jefes, mandos medios, sicarios, halcones y los llamados negociadores, abocados a consumar extorsiones en el ámbito empresarial. Se le han atribuido asesinatos de dueños, gerentes y hasta vigilantes de empresas dedicadas a ramos como el del transporte de mercancía, de personas y turístico, la pesca y la industria marítima. Las averiguaciones previas han arrojado que los móviles fueron por negarse a la compra de combustible ilegal, en especial gasolina y diesel.
CÁRTEL DEL AEROPUERTO. Es una organización con escasa información oficial, pero que aparece ya como cártel en el mapa estratégico de la SEIDO; incluso las averiguaciones previas en su contra se han asignado a la Coordinación C del Ministerio Público Federal. Se sabe, conforme al archivo de la PGR, que tiene presencia en las entidades de Baja California Norte, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Sinaloa y Durango, donde mantiene pugna territorial con otros grupos. El nombre se ha desprendido de la inclinación por el trasiego en los diversos aeropuertos de su zona de influencia y por el uso de aviones privados y pistas de aterrizaje clandestinas. Es catalogado como uno de los más poderosos y sofisticados en cuanto a operaciones aéreas.
Fuente: La Cronica
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