Créenos, despertar con la cruda es lo de menos...
Todos nos hemos ido a dormir borrachos después de una noche de diversión, amigos y mucho alcohol. Muchas veces pensamos que lo peor que nos puede pasar es amanecer con dolor de cabeza, asco y temblorina o bien, que nos dure demasiado la famosa “cama voladora”. Sin embargo, esto no es todo lo que pasa al irnos a dormir alcoholizados…
Parece contradictorio que el consumo de alcohol te ayude a conciliar el sueño más rápido de lo normal, aunque ten por seguro que la calidad del sueño será irregular y poco satisfactoria.
Los efectos negativos de un par de copas por la noche en sus ritmos circadianos pueden extenderse desde el cambio de tu ciclo de REM para hacerte sufrir a través de esos sudores nocturnos incómodos. El sueño de una mala noche puede afectar todo, desde tu memoria, la concentración, el rendimiento y el estado de ánimo y más. Por lo tanto, antes de pedir otra ronda, echa un vistazo a lo que sucede a su cuerpo cuando te vas a la cama borracho:
1. Te duermes profundamente y demasiado rápido
Los estudios demuestran que el alcohol hará que duermas bastante rápido. Pero de acuerdo con un análisis de 153 estudios sobre las interacciones del sueño y el alcohol, un trago de vodka no es bueno para dormir. Mientras que el alcohol puede tener algunos beneficios al comienzo del ciclo del sueño, este afectará negativamente a la segunda mitad.
El sueño de onda lenta o sueño profundo, promueve la restauración y descanso del cuerpo y se incrementa por el alcohol. Cuando tienes unas copitas de más, se llega a este estado de sueño profundo unos ocho minutos antes de lo normal, vaya, casi casi te desmayas..
2. La frecuencia cardiaca se eleva
Mientras te encuentras en estado de sueño regenerativo, no todo está tan tranquilo como parece. Tu frecuencia cardíaca es elevada y tu sistema nervioso está más activo de lo normal. Por lo general, la frecuencia cardíaca y la presión arterial aumenta principalmente en el sueño REM, pero el alcohol perturba el flujo de estos procesos naturales. Esto te hará sentir menos descansado por la mañana, y ser dueño de graves ojeras.
3. Tu sueño REM es perturbado
Mientras que una dosis baja de alcohol no afecta tu ciclo REM en las primeras etapas del sueño, cualquier cantidad de alcohol puede retrasar y molestar a los ciclos REM posteriores. Normalmente, pasarás por entre cinco a siete ciclos de sueño REM cada noche - sin embargo, el alcohol puede disminuir a sólo uno o dos. Los ciclos REM son conocidos por parálisis temporal del cuerpo y los sueños vívidos (que pueden durar más de dos horas sin importar si los recordamos o no). Los ciclos REM son sueños reparadores, y, según algunos investigadores, permiten que tu cuerpo procese los recuerdos, el estrés y las emociones del día. Es tan importante, de hecho, que si tienes tus ciclos REM durante la noche, la próxima vez que duermas lo harás por muchas horas.
4. El sudor y la necesidad de levantarse e ir al baño
Al beber antes de dormir, puedes notar que despiertas constantemente con la necesidad de ir al baño, y un antojo brutal de un vaso de agua. El alcohol es un diurético y estimula al cuerpo a liberar fluidos, ya que bloquea la hormona que ayuda al cuerpo a retener el agua. Después de una noche de copas, tendrás la necesidad de usar el baño y por lo tanto, alterar el sueño, especialmente en las primeras horas de la mañana cuando se está en las etapas REM más ligeras. Si te despiertas con olor a crudo o a sudor, es porque el alcohol puede dilatar los vasos sanguíneos de la piel y aumenta tu ritmo cardíaco, lo que te hará sudar más de lo normal. Cuando te despiertes vas a estar deshidratado, no importa cuántos Gatorades hayas bebido antes de acostarte.
5. Los ronquidos
Al relajar los músculos del cuerpo, incluyendo los que están en la garganta, una persona puede roncar ruidosamente al dormir. El alcohol puede llevarte a tener problemas de sonambulismo, hablar dormido, y un deterioro grave de la memoria. Así que es probable que no recuerdes que hiciste antes de dormir… o el famoso “black out”.
6. Darás miles de vueltas en la cama
Lo más probable es que despiertes en la segunda mitad de la noche , algo así entre las cuatro y las seis de la mañana. El sueño profundo restaura tu cuerpo, y el alcohol puede interferir con esto, ya que comienza a desaparecer y por lo tanto, interrumpir tu sueño REM. A medida que tu cuerpo procesa el alcohol, despertarás y con el afán de dormir y no sentirte mal, darás vuelta en la cama como loco.
7. Te despiertas agotado (y probablemente crudo)
El despertar sudoroso, aturdido, y un poco deprimido no es divertido, ¿y qué decir del asco, la temblorina, el dolor de cabeza y tal vez algún arrepentimiento que te cause la peor cruda: la moral.
Fuente: SDP Noticias
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