A los humanos, por lo general, no se nos da bien hacer varias tareas a la vez y nuestro rendimiento baja apreciablemente cuando tenemos que dividir nuestra atención.
Es por esto que hacer garabatos mientras mantenemos una conversación por teléfono debería distraernos, aunque sin embargo es justo lo contrario.
Dibujar trazos sin sentido te ayuda a concentrarte y a retener información, especialmente mientras realizas tareas repetitivas. La cuestión es que los trazos requieren poco esfuerzo mental, por lo que no nos sentimos abrumados. De hecho, resultan lo suficientemente estimulantes como para mantenernos activos.
Así, según varios estudios, hacer garabatos nos hace centrarnos y nos ayuda a memorizar un 30% más que si dejamos el bolígrafo quieto.
Este tipo de actividades, conocidas como “actividades de desplazamiento” nos ayudan a concentrarnos y a desarrollar las ideas a medida que hablamos. Eso se debe a que el cuerpo tiende de forma natural a distraer con actividades que requieren muy poca atención a los sentidos que no están involucrados en la conversación.
Otra de las cosas que te encontrarás haciendo casi sin darte cuenta mientras hablas por teléfono es caminar. Con el movimiento el corazón late más deprisa, circula más sangre y se oxigenan no sólo los músculos sino todos los órganos, incluido el cerebro, que pasa a activar la corteza motora. De esta manera, al movernos hacemos que mejore nuestra memoria y atención.
El modo en el que movemos el cuerpo también cambia nuestros pensamientos: caminar a nuestro ritmo crea una retroalimentación entre el ritmo del cuerpo y el estado mental beneficiosa para nuestro cerebro.
Además, tal y como ocurre cuando hacemos garabatos, no necesitamos hacer mucho esfuerzo mental para caminar, de modo que podemos concentrarnos en la conversación.
Fuente: Regeneracion
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