Un estudio de la Universidad de Ontario Occidental reveló que las parejas que tienen hijos estiman ser menos feliz que aquellas que no son padres de familia.
Los investigadores analizaron una encuesta alemana de más de 20.000 personas que comparaba el bienestar tres años antes de tener hijos y dos años después.
Según el estudio, las parejas reportaban estar más felices con anticipación antes de tener el niño y que ese nivel de felicidad se mantenía estable durante el primer año de vida del menor. Sin embargo, después de ese primer año los padres reportaban que su felicidad declinaba mientras más tiempo pasaba.
Los investigadores midieron las “unidades de felicidad” de los padres en una escala entre uno y 10. Según el Washington Post, el 30% de las parejas mantenían el mismo nivel de felicidad, pero el 37% reportaban bajar una unidad de felicidad.. El 19% de los padres reportaron bajar dos unidades y el 17% bajaron tres unidades de felicidad.
Si comparas estos números con otros eventos negativos, los bajones en felicidad son más significativos. Por ejemplo, quedarse sin trabajo y la muerte de una pareja en general significa bajar una unidad de felicidad. En contraste, el divorcio no llega ni a una unidad.
Según el estudio, la mayoría de la infelicidad de las parejas tenía que ver con problemas de salud relacionados con el parto, complicaciones durante el parto, o el cansancio que acompaña criar a un niño.
Fuente: Mujer de Hoy
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