De niñas nos tocábamos y explorábamos nuestros órganos sexuales al igual que el resto del cuerpo por placer y descubrimiento.
Sí alguien nos llegaba a ver, en seguida venía el comentario de que eso “estaba mal” o que era “sucio”.
Los siguientes mensajes sobre nuestra vagina y vulva vendrían siempre a la hora del aseo. Se nos dijo que cuando al ir al baño, debíamos limpiarnos de adelante hacia atrás y también se nos sembró la idea de que a nuestra vagina debíamos tocarla con mucha delicadeza.
Esa es la información sobre la higiene vaginal a la que tuvimos acceso durante años, y sí es que en casa se permitía el tema.
Para hablar sobre nuestra higiene de vagina y vulva, primero tenemos que ubicarlas en nuestro cuerpo: vagina es exclusivamente la estructura específica interna y vulva la parte externa constituida por el monte de Venus, los labios y el clítoris.
Segundo, tenemos que pensar que nos son partes ajenas a nosotras de hecho “somos nuestra vagina y vulva” así como somos todas las partes de nuestro cuerpo.
Tercero, desechar las ideas erróneas con las que nos educaron y las otras que la mercadotecnia replica sobre que son partes sumamente delicadas, sucias y que huelen mal entre otras absurdas ideas.
Ahora si, después de estos primeros 3 pasos van las recomendaciones para el cuidado de nuestra vagina y vulva:
Facilitar la transpiración: Para esto hay que procurar que nuestra ropa interior sea de algodón y evitar que sean demasiado ajustados al igual que usar pantalones y shorts holgados.
Sobre los hábitos de higiene: Cambiarnos todos los días de ropa de interior y cuando lavemos las prendas evitar en lo posible detergentes agresivos y los suavizantes. En los periodos de menstruación elegir aquellos productos sin perfume y cambiarlos con una frecuencia no mayor a 4 horas. Recordar el consejo de la infancia limpiarnos de adelante hacia atrás para evitar traer gérmenes del ano y procurar también que el papel de baño sea sin perfume.
Al lavarnos: Basta con limpiar la zona de la vulva usando solo agua y si se va a hacer uso de jabón elegir uno neutro o sin perfume. Evitar el uso de duchas vaginales, así como los desodorantes íntimos ya que la vagina tiene su propio sistema de limpieza y es sensible a los cambios de Ph que estos productos ocasionan.
En los contactos sexuales: “Manos limpias” las nuestras si es un contacto en solitario o las manos de nuestro compañero(a) sexual. Igual ser exquisitas en la limpieza de los juguetes sexuales.
Saber como tener una buena higiene de nuestra vagina y vulva, nos reafirma que nuestro cuerpo somos nosotras y que podemos proveernos de buenos tratos y cuidados a nosotras mismas.
Fuente: Eme de mujer
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