Van cuarenta y seis días sin que el caso Narvarte tenga una solución pese a que los tres implicados en el multihomicidio están detenidos.
Peor aún, ninguno de los detenidos se dice el asesino, lo cual es obvio, pero las autoridades capitalinas tampoco dan certeza alguna. Dadas sus negligencias en el caso, la ciudadanía anda muy desconfiada de sus dichos, y no es para menos, Mancera.
Es tan esquivo en sus respuestas que desespera y la PGJDF anda como ratón en laberinto, ya no halla como salir del paso, ¿De plano las autoridades están confundidas y no saben a ciencia cierta quién fue? O ¿Tal vez están esperando el momento oportuno.
Por no decir mediático, para soltar la seudoverdad? Porque digan lo que digan, habrá mentiras sobadas y verdades hipócritas, así que entre más se tarden, la ciudadanía estará más inconforme.
Hay varias líneas de investigación que se agotarán en su totalidad para llegar a la verdad, dijo Mancera en la entrevista hecha hace unos días en el Centro Tlatelolco, sin embargo ¿por qué la línea que se sigue y que siguen los medios de comunicación apunta al narco? Será que últimamente el narco es la excusa para todo. Si hay muertos, fue el narco. Si el país no crece, es el narco. Si la educación no avanza, es el narco. Pues si el narco es el aire que respiramos, ¿entonces por qué las autoridades no hacen algo? Seguramente, porque aquella excusa es la panacea para mantener la impunidad y la injusticia sin pedirles cuentas a las autoridades, y es que ya nos acostumbramos demasiado a esa evasiva, que se traduce como ineptitud del gobierno.
Fuente: El blog del narco
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