Para muchas personas, el instante del despertar es el momento del día en el que más activos y enérgicos se sienten
Pero para otros levantarse a tiempo resulta todo un desafío. Se sienten cansados y con necesidad de seguir durmiendo aunque ya lo hayan hecho durante una cantidad de horas razonable, y pueden necesitar mucho tiempo para comenzar a sentirse bien y recuperar el humor.
Algunos de ellos recurren a la cafeína, porque sienten que con un café despiertan más rápido y se ponen activos con mayor facilidad. Pero consumir café a diario no es lo más saludable para nuestro cuerpo. Si eres de esas personas que no tienen energía por la mañana, puedes seguir estos 5 consejos para despertarte de buen humor y lleno de energía sin recurrir a la cafeína.
Comienza mañana mismo a practicar estos 5 hábitos saludables, ¡y disfruta mucho más de tus días!
1. Duerme ciclos de sueño completos
Lo primero para despertarse con energía es dormir bien. Hay muchas causas que pueden general que duermas mal, pero son sencillas de evitar: no debes tomar cafeína (no solo café, si no tampoco té o chocolate) después de la hora de cenar, ni hacer ejercicio antes de acostarse, porque si le das al cuerpo la señal de activarse, luego le costará dormir.
Pero además de esto, es importante saber que solo los ciclos de sueño que llegas a completar te harán sentir más descansado: si duermes "un ciclo de sueño y medio", esa mitad será tiempo desperdiciado, y te sentirás mal por la mañana, ya que despertarás en una fase de sueño profunda que no debería ser interrumpida.
Por lo general, los ciclos de sueño duran 90 minutos. Es decir que para dormir ciclos completos podrías dormir seis horas, siete horas y media, o nueve horas. Dormir menos de seis horas no es recomendable, porque solo alcanzarías a completar tres ciclos, que no son suficientes para reparar el desgaste físico del día.
De persona a persona, la duración de los ciclos puede variar, por eso deberás probar acostarte y levantarte a diferentes horas para comprobar en qué momento te encuentras en una fase poco profunda, que son las que dividen ciclos, y en las que te despiertas fácilmente y de buen humor.
2. Sincroniza tu reloj biológico
Si bien en general nos levantamos con el despertador, nuestro cuerpo tiene un reloj biológico que, si funciona correctamente, debería permitirnos despertar con energía y preparados para afrontar nuestras actividades diarias. Si te levantas siempre a la misma hora, tu cuerpo se acostumbrará a sentirse cansado por la noche en el momento exacto para dormir los ciclos que necesita, y no dormirás de menos ni de más.
Para que ese mecanismo biológico de regulación funcione, es necesario respetar siempre el mismo horario, también los fines de semana. Como mucho puede retrasarse una hora, pero no es recomendable dormir hasta el mediodía. Si lo haces, tu cuerpo se desacostumbrará al horario habitual, y la semana siguiente querrá seguir durmiendo. Ésa es una de las razones que causa que los lunes no desees comenzar la semana.
3. Utiliza un despertador inteligente
Pasar unos minutos de más en la cama retrasando la alarma una y otra vez es un mal hábito que nos hace perder minutos de nuestra vida, ya que ese tiempo no estás descansando, y tampoco estás aprovechando el tiempo.
Una opción es utilizar un despertador inteligente, que no utilice solo el ruido sino también luz, y que vaya aumentando de a poco el sonido para que te despiertes cuando no estés en una fase de sueño muy profunda.
Si sabes que podrás retrasar el despertador hasta una hora determinada, ponlo directamente en ese horario. Luego, no lo retrases.
Si crees que intentarás posponerlo de todos modos, deja el despertador lejos de la cama, para que tengas que levantarte a apagarlo.
4. Realiza ejercicios de respiración al despertar
Los pranayamas, o ejercicios de respiración propios del yoga, hacen que la energía física y la atención aumenten, y mejoran el estado de ánimo.
Un pranayama sencillo que puedes comenzar a realizar mañana mismo consiste en sentarse en la cama con las piernas cruzadas, inhalar aire a través de la nariz, y llenar el estómago y el pecho como si fueran un globo.
Cuando tu estómago esté lleno de aire, expúlsalo también por la nariz, lo más lentamente posible. Ésta es una técnica de relajación, pero también sirve para ponernos alerta. Realizándolo entre seis y diez veces por la mañana, estarás mucho mejor preparado para comenzar el día.
5. Levanta la persiana
La luz es el principal indicador que utiliza nuestro cuerpo para saber que tiene que levantarse. La melanina es la sustancia encargada de regular la necesidad de sueño a partir de la disminución y el aumento de la cantidad de luz a la que estamos expuestos durante el día.
Uno de los principales consejos del sueño consiste en dormir con la habitación completamente a oscuras, pero iluminarla por completo, con luz solar, cuando quieras despertarte. Si te levantas y abres la persiana, te despertarás más rápido.
La luz natural es lo mejor, pero si en invierno debes levantarte cuando aun es de noche, al menos enciende las lámparas, para que tu cuerpo entienda que quieres levantarte.
¡Despiértate con ganas de tener un gran día! Conoce también otros hábitos saludables para realizar en las mañanas.
Fuente: labioguia
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