"A veces, un abrazo y una buena palabra son más efectivos que cualquier otra acción policial", explicó el oficial.
El hombre intentaba encontrar valor para saltar al vacío mientras se sostenía con una mano del barandal del puente de Son Oliva y con la otra miraba una foto de sus hijos.
El canal de televisión autonómico IB3 alertó a la policía sobre lo que estaba ocurriendo y fue entonces cuando llegó el agente Juan Ruiz, quien tiene experiencia en casos similares.
“El hombre me gritaba que no me acercara mientras agarraba entre sus manos la fotografía de sus hijos, de unos 4 o 5 años de edad, a los que aseguraba no poder ver”, contó el oficial.
Pero Ruiz sabía que debía ganarse la confianza del suicida y sin presionarlo comenzó a platicarle que él también tiene hijos y que todos los días hace algo para luchar por ellos.
"Le conteste que si terminaba con su vida, ya no tendría oportunidad de luchar”.
El policía evitó que el varón de 39 años se arrojara al vacío en el último momento, sosteniéndolo de un brazo y cuando al fin pudo regresarlo al lado seguro del puente, este se negó a soltarlo.
Así, subieron juntos a la ambulancia y llegaron al hospital mallorquín Son Espases.
“No suelo retomar el contacto con las personas a las que ayudamos, porque no estoy seguro de que sea positivo. Probablemente se crearía un vínculo complicado”, comentó Ruiz.
El agente forma parte de la unidad Agentes del Grupo de Actuación Preventiva (GAP), donde les enseñan que cuando se enfrentan a situaciones de ese tipo, se deben acercar sin dar órdenes ni intentar imponer autoridad.
"Han de saber que estás de su lado y no mostrar una actitud opresora que empeore las cosas. A veces, un abrazo y una buena palabra son más efectivos que cualquier otra acción policial", explicó Ruiz.
Fuente: SDP Noticias
0 comentarios :
Publicar un comentario