El crecimiento del tejido adiposo, o lipoma, es un tumor benigno compuesto de células de grasa. Toma la forma de una bola lisa y redonda situada debajo de la piel, más bien blanda y que rueda con los dedos.
Normalmente crecen lentamente, no son dolorosos y suelen aparecer en el cuello, la cabeza, los brazos, las axilas. Tienen diferentes tamaños y se ven no muy estéticos. A menudo es posible encontrar varios lipomas en la misma zona. En este caso, se habla de lipomatosis.
¿Qué aumenta el riesgo de un lipoma? La causa exacta de un lipoma se desconoce, aunque muchos especialistas coinciden en que son genéticos.
La medicina moderna no tiene respuesta de la razón de su aparición. Los lipomas simples son más comunes en las mujeres, ya que los hombres tienden a tener lipomatosis.
Los siguientes factores podrían aumentar el riesgo de desarrollar un lipoma o lipomatosis:
- Historial familiar de lipoma
- Un golpe contundente o lesión en el cuerpo
- Ciertas condiciones médicas, como enfermedad del hígado o dificultad para controlar el azúcar en la sangre
- La obesidad
Un médico general o un dermatólogo en el caso de lipomas subcutáneos, puede detectarlos por medio de una sencilla observación y palpación de la masa.
La cirugía en combinación con medicamentos se considera que es la solución para el tratamiento de los lipomas. Afortunadamente, existe una alternativa natural que puede ayudar a tratar los lipomas en casa, utilizando simples ingredientes.
Preparación y modo de uso:
- Mezclar bien miel y harina a partes iguales. Aplicar una gruesa capa de la crema sobre el lipoma y cubrir con una venda durante 36 horas.
- Pasado el tiempo establecido, retire los restos, lave bien la zona y repita el procedimiento 5 veces. Al cabo de una semana, deberá notar los cambios y la disminución de la protuberancia.
- Esta misma preparación puede ser utilizada en el tratamiento de heridas externas. El azúcar de la miel actúa como antiinflamatorio, limpia y estimula la circulación sanguínea.
Otros consejos para eliminar depósitos de grasa:
– Evite las grasas saturadas, aceites refinados, lácteos, conservantes y aditivos
– Beba agua tibia con jugo de limón en ayunas. Esto ayudará a desintoxicar su organismo y estimular el correcto trabajo de su hígado.
– Consuma alimentos con Omega 3 (pescados y mariscos)
– Elimine toxinas y estimule el proceso de descomposición de la grasa consumiendo especias naturales, frutas y verduras.
Fuente: Mundoremedios
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