La acantosis pigmentaria puede afectar a personas por lo demás sanas o puede estar relacionada con problemas médicos.
Algunos casos son heredados genéticamente. La afección se observa con mayor frecuencia entre personas de ascendencia africana, en parte porque es más fácil verla en la piel más oscura.
La obesidad, al igual que muchos trastornos endocrinos, puede conducir a acantosis pigmentaria. Con frecuencia, se encuentra en personas con resistencia a la insulina relacionada con la obesidad.
Algunos fármacos, en particular hormonas como la del crecimiento humano o los anticonceptivos orales, también la pueden causar.
Las personas con linfoma o cánceres en las vías genitourinarias o gastrointestinales también pueden presentar casos graves de esta afección.
La acantosis pigmentaria por lo regular aparece de una manera lenta y no causa ningún síntoma distinto a los cambios en la piel.
Finalmente, la piel oscura y aterciopelada con marcas y pliegues muy visibles aparece en las axilas, en la ingle y en los pliegues del cuello, al igual que sobre las articulaciones de los dedos de las manos y de los pies.
Con menos frecuencia, se pueden ver afectados los labios, las palmas de las manos, las plantas de los pies u otras áreas. Estos síntomas son más comunes en personas con cáncer.
La acantosis pigmentaria puede ser un signo de un problema de salud más grave, como la prediabetes. Los tratamientos más efectivos se centran en la detección y el tratamiento de la afección médica que origina el problema.
Afortunadamente, estas manchas cutáneas tienden a desaparecer una vez que se trata la causa de origen de manera correcta.
Las manchas oscuras propias de la acantosis pigmentaria se producen cuando las células epidérmicas de la piel comienzan a reproducirse rápidamente. Este crecimiento anómalo suele desencadenarse a causa de niveles altos de insulina en la sangre.
Fuente: Cadenanoticias
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