El beso de Singapur es una antigua técnica sexual que permite obtener los orgasmos más intensos.
No es precisamente una postura como las del Kamasutra, sino una avanzada práctica muscular que realiza la mujer con la vagina, y que aunque al hombre no le exige mucho esfuerzo, sí representa enormes pulsiones de placer también para ella.
Quizá parezca algo complicada en un inicio, sin embargo se dice que bien vale la pena cada minuto de práctica que se ponga a la tarea de adquirir las habilidades para lograrlo.
En resumen, el hombre debe permanecer inmóvil mientras la mujer se encuentra encima de él para controlar el ritmo. En esta ocasión, la mujer es quien realiza la acción mientras él permanece completamente pasivo. Una vez introducido el miembro masculino en la vulva, caderas quietas, la mujer iniciará las contracciones y movimientos musculares internos que llevarán a ambos al clímax.
¿Cómo conseguir hacer las contracciones de las paredes y músculos que componen la vagina?
Conoce tu músculo pubocoxígeo. Este músculo que rodea el ano, la vagina y la uretra te permite contraer los músculos que interrumpen el flujo de la orina, además de otras cosas. Puedes identificarlo pues además de interrumpir mientras orinas también es el que ejerce presión en torno a las paredes vaginales aumentando el placer durante el coito.
Juega con las contracciones
El ritmo y orden de las contracciones dependen completamente de ti. Puedes iniciar con sutiles apretones y buscar cambiar su ritmo y duración. Prueba con apretar lentamente varias veces al inicio para parar y comenzar de nuevo aumentando la velocidad de la contracción. Las contracciones además tendrán diferentes naturalezas, algunas pueden ser más intensas en la base de la vagina, o apretar principalmente (para avanzadas) en la zona cercana al cuello del útero, y si consigues el nivel máster, puedes intentar hacer un apretón ondulante que comience en la base y llegue al fondo.
No te preocupes si sientes que no avanzas mucho en tu dominio de esta técnica, dependerá del conocimiento que desarrolles de tu propio cuerpo y de la paciencia y empeño que pongas en ejercitarlo. Puedes ayudarte haciendo los conocidos ejercicios de Kegel.
El objetivo final es lograr que la vagina consiga emular el efecto de la boca durante el sexo oral sin mover la cadera. Tonificar tu músculo pubocoxígeo te llevará pocas semanas, puedes hacerlo sentada en cualquier lugar donde te encuentres ya que no es evidente que se esté practicando.
Esta técnica, conocida también como beso de Pompoir o Kabazzah (versión árabe que involucra los músculos del abdomen) ayuda a conseguir en el caso de la mujer cualquiera de los 3 tipos de orgasmo: clitorideo, vaginal y del Punto G. Aunque es una técnica poco llamativa visualmente es recomendada por terapeutas por reafirmar y profundizar el vínculo en las parejas que lo practican. Se dice que tiene su origen en la India y que se practica desde hace más de 3,000 años; esta práctica puede seguir vigente siempre y cuando se siga practicando.
Fuente: Monitorexpresso
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