Los niños son seres vulnerables, para empezar siempre andan correteando o tocando todo lo que se encuentran, de pequeños no dejan de meterse objetos extraños a la boca y carecen de sentido común. Es más que importante que estos sean vigilados todo el tiempo y mantenerlos alejados de objetos punzocortantes.
Sí, sabemos que hay objetos obviamente peligrosos, pero ¿qué de aquellos que los ves y simplemente reflejan diversión? Lee esta historia y entérate de cómo las tragedias pueden suceder en cuestión de segundos por las cosas menos esperadas.
“Una tarde me encontraba lista para empezar a hacer los preparativos de la fiesta próxima de mi hija de 6 años, Blanquita. Su cumpleaños se aproximaba y yo estaba en la mesa rodeada de todo tipo de materiales, manualidades y globos de mil y un colores. Bolsas llenas de estos rondaban por la casa porque el lugar que adornaríamos iba a ser muy grande.
A sabiendas de que Blanquita se había visto muy entusiasmada por su fiesta, no dudamos en jugar con unos cuántos globos en la casa, los inflé y comenzamos a explotarlos, mi hija sólo soltaba la carcajada cada que se presentaba el sonido estruendoso.
El color favorito de mi hija era el lila, por lo que ella no tardó en pedirme unos para jalarlos, porque normalmente sólo los estiraba, así que no lo tomé como algo preocupante, gustosa le di un globo lila.
Al día siguiente la dejé en la escuela y la tarde transcurrió. Blanquita podía ir a la primaria porque me las había arreglado para meterla en ese año junto con sus amiguitos del kínder a pesar de que ella aún no cumplía los 7 años, ya que no quería que se saltara un año.
Cuando fui por ella en la tarde se encontraba jugando con sus amiguitos y noté que traía el globo lila, mientras que los otros niños trataban de inflarlo, en fin, estaban muy risueños y no hice caso.
Al rato voltée y no la vi en el grupo, pregunté y me dijeron que había ido con una maestra. Pasaron los minutos y no aparecía, comencé a preguntar y nadie sabía nada. Cuando al fin encontré a la maestra, ésta me dijo que lo último que supo es que la niña había ido al baño, corrí a buscarla y cuando entré al baño me encontré con la peor escena jamás imaginada por una madre, a mi pequeña hija muerta…
Traté en vano de traerla de regreso, pedí ayuda y llamé a una ambulancia, no aceptaba la idea hasta que un maestro me dijo que tenía que dejarla ir, que ella ya no vivía… que teníamos que llamar a las autoridades. Era lo necesario…
El océano de tristeza que sentí con este suceso es indescriptible. Sólo me quedaba averiguar que había causado su fallecimiento.
Al hacerle la autopsia a Blanquita descubrieron con sorpresa que la pequeña tenía un globo lila en su garganta, y la causa de su muerte había sido asfixia. Al parecer mi hija había tratado de inflar el globo y éste pudo haberse resbalado con un poco de succión… Recordé que sus amiguitos estaban tratando de inflarlo y que a lo mejor ella lo había querido intentar sola. Batallaba para soplar y siempre confundía soplar con absorber…Nadie se apareció en ese momento porque ya casi todos se habían ido, así que mi hija no obtuvo ayuda alguna.
En fin, esta es mi historia, el mensaje que quiero dejar es que jamás permitan que sus hijos pequeños jueguen con objetos que no puedan manipular, ya que uno nunca sabe lo que puede pasar, a veces hasta el más inocente objeto puede acabar con todo tu mundo y yo… bueno, yo no puedo con la culpa…
"Por favor cuiden a sus hijos.”
Fuente: Badabun
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