Descubre los peligros de usar faja


La moda de usar “camisetas reductoras” sólo aumentan los problemas en tu salud

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Si eres mujer, entenderás, ¡quién no ha deseado una cinturita como las celebridades del cine de oro mexicano. Esos cuerpos envidiables de las actrices, su cintura y esas caderas bien torneadas. 

En aquello años no predominaban las cirugías estéticas, pero las mujeres eran súper guapas y elegantes. Tenían ese no se, que, que se yo. ¡Sino pregúntale a un hombre! 

Usaban esos vestidos elegantes, lo mismo si eran casuales o de gala, ella siempre lucían sus curvas perfectas.

La actriz María Victoria, uno de los cuerpos más envidiables hasta la fecha. 

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Pero había un accesorio que era pieza fundamental en su clóset. La faja, uno de los artilugios de la moda femenina más antiguos que se conocen y que aún existen en el mercado para múltiples propósitos.


Antes estas prendas eran elaboradas con metales o hasta huesos de ballena, tenían la finalidad de acentuar la cintura y crear una figura de reloj de arena, lo que causaba diversas consecuencias como la deformación de los órganos internos hasta desvanecimientos y desmayos por la compresión de los pulmones. 

Con el paso de los años, las fajas se han ido adaptando a las necesidades de las mujeres, aunque su finalidad de "estilizar" el cuerpo femenino aún permanece, de igual manera que sus perjudiciales efectos para la salud si se utilizan por mucho tiempo.


Sara Montiel, actriz del cine de oro.


Dentro de este aspecto, aparecen las llamadas "fajas reductoras" que prometen un cambio radical de la figura en sólo minutos, sin que se haga ningún sacrificio.

Más aún, hay algunas marcas que afirman que sólo usando esa "cómoda prenda" se puede reducir y hasta perder kilos, lo cual no es efectivo. 

Cuidado con el uso excesivo de las fajas 

Hay expertos que señalan que el uso de estas fajas provoca graves consecuencias en el cuerpo de las mujeres, que son muy difíciles revertir.

Una de ellas es la estructura muscular, una "segunda columna" que mantiene la postura y estabiliza los patrones respiratorios. Con el uso permanente de faja, se pierde el tono y el volumen muscular, se debilita la columna, se forma flacidez, dolor de espalda y se altera el patrón respiratorio.

Quizá todavía no lo notas, o tal vez te parezca algo normal, pero también aparecen estas reacciones como el reflujo, acidez y hasta dolor pélvico crónico, por la posición anómala de los órganos internos en donde la grasa hace un efecto mecánico de deformidad.

Kim Kardashian con faja en el gym.


La formación de celulitis también se agrava con el uso de la faja, pues aumenta la flacidez. Además, si el agua que tenemos en nuestro cuerpo no se mueve producto de esta prenda, se deposita e inflama las células de grasa que están ubicadas entre la piel y el músculo, lo que forma depósitos de grasa en sitios no deseados, como el pliegue de la axila, en la espalda o en las marcas que deja la faja.

Por otra parte, causa dolor y fatiga, pero con el grave riesgo degenerar un trombo, es decir, un coágulo de sangre.


La faja que actualmente usan las mujeres.


¿Qué se puede hacer? 

Antes que nada, debes tener un criterio claro y conocer la realidad acerca de quien quiera hacer una oferta milagrosa en este aspecto, pues no existe nada real que pueda hacer reducir más tallas de forma mágica. Y menos apretando partes importantes del cuerpo.

Si se desea bajar de peso, lo único recomendable es establecer hábitos alimenticios saludables y deporte, ya que es la única forma de reducir tallas. También se recomienda consultar a un especialista si se desea bajar de peso y tiene otras enfermedades de cuidado, como la diabetes.

 En resumen amiga, usar fajas diariamente sólo te atraerá problemas y acarrear nuevas enfermedades.

Fuente: Soy carmin



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