Dentro de todos sus circuitos esconden un truco que seguramente es la razón por la que nunca pudiste llevarte ese hermoso premio.
Quizás es uno de tus traumas infantiles. Ir al centro comercial o a las ferias de atracciones y gastar infinitas monedas para sacar tu peluche, dulce o juguete favorito de esas máquinas de garra y no poder hacerlo nunca. Pues tus sospechas eran ciertas, siempre te estuvieron engañando y ahora sabrás la razón.
Resulta que esas máquinas de garra, de grúa o de peluches, que suelen estar en lugares públicos donde circula mucha gente, sobre todo niños ingenuos, tienen un mecanismo que no permitía que “la garra” tuviera la suficiente fuerza para llevar la recompensa que tomabas hasta el lugar indicado.
La máquina sólo permite que alguien gane cuando las ganancias superan el valor del premio más caro. Están programadas para que funcionen así.
La máquina realiza una serie de cálculos y decide si ganarás o no. Ya no parece algo de habilidad como el tiro al blanco, los bolos o encestar un balón a una canasta.Todo depende del azar tal como cualquier juego del casino. ¿Ya no parece algo tan inofensivo o no?
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