Botox, ¿Es una opción para Ti?


La aplicación de botox, derivado de la toxina botulínica que produce el botulismo es, quizá, el procedimiento cosmético más socorrido y utilizado alrededor del mundo debido a su eficacia, y sin correr el riesgo de tener que acudir al quirófano, como en el caso del “lifting”.

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El uso del botox comenzó a principios de la década de los 70 del siglo XX como tratamiento médico para el estrabismo y posteriormente para padecimientos relacionados con la movilidad de los músculos faciales, y fue en la década de los noventa cuando se comenzó a utilizar con fines cosméticos.

El botox se indica en personas que tienen líneas de expresión muy marcadas como consecuencia de la fuerte y constante contracción de un músculo facial, que como consecuencia provoca una arruga muy notoria, es decir que dependiendo de la fuerza que tenga cada músculo de la cara la arruga en su región será más profunda y por lo tanto más notoria.

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Para la aplicación de botox primero se debe evaluar a la persona para considerar si el tratamiento es necesario realmente, por ejemplo en el caso de personas que no tienen líneas de expresión muy profundas o en el caso de arrugas demasiado finas como las formadas alrededor de los labios. Las zonas en las que se puede aplicar directamente son el entrecejo, frente, surco nasogeniano y otras zonas del rostro en donde se encuentren líneas de expresión profundas.



La aplicación directa toxina botulínica causa la relajación temporal de los músculos (inhibiendo su movimiento) que generan la aparición de arrugas profundas en zonas donde se deseen desvanecer las líneas de expresión.

A aplicar las inyecciones de botox la toxina se fija a algunas terminales nerviosas para producir el relajamiento de las fibras musculares que se encuentran afectadas, la parálisis del músculo se presenta de uno a tres días después de su aplicación cuando la persona comienza a notar que por más que se esfuerce no consigue contraer el musculo, su efecto dura de cuatro a seis meses y es entonces cuando se sugiere una nueva aplicación de botox.

El paciente deberá tener precaución después de la aplicación de la toxina botulínica en el músculo, debe evitar movimientos bruscos o tallar la región en donde se aplicó el botox ya que se corre el riesgo de que la sustancia afecte a otro músculo en el que no se quiera aplicar la terapia.


Existen posibles efectos secundarios, más allá de pequeños moretones que pueden aparecer después de la aplicación y que desaparecen al poco tiempo, que pueden deberse a la incorrecta aplicación o al abuso de la toxina botulínica. Entre dichos efectos podemos encontrar dolores de cabeza (cefaleas), náuseas, inflamación en las zonas de aplicación, parálisis facial o caída de los párpados (ptosis palpebral), reacciones que pueden aparecer entre las primeras 12 y 24 horas después de la aplicación del botox con una duración igual a la del tratamiento, es decir, de 4 a 6 meses.

Se debe evitar el uso de botox en personas menores de 20 años y en mayores de 65 años de edad y no debe ser empleada en mujeres embarazadas o que se encuentren lactando.

Si decides emplear este tratamiento para rejuvenecer tu apariencia recuerda que solo puede ser realizado por especialistas cualificados que dominen el uso de la sustancia y de la anatomía del cuerpo humano.

Fuente: Vip Digital



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