¿Qué debemos contar a nuestros hijos sobre sexo?


Los padres intentan en muchas ocasiones retrasar lo que para ellos es un momento incómodo, pero lo que no saben es que todo cuanto hagan en la vida influirá de forma directa en sus hijos.

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Nadie nace con un manual debajo del brazo que diga cómo hay que actuar correctamente, por ello, lo mejor es no programar conversaciones ni cosas por el estilo, es mejor tener estas conversaciones con naturalidad. Cualquier momento puede ser bueno, lo importante es que sean coherentes y naturales, es decir, que se sientan con la libertad de decirles a sus hijos que tienen vergüenza o que no conocen una determinada respuesta. 

No se puede ignorar la educación sexual durante toda la infancia y parte de la adolescencia y esperar a tener la charla, ya que será algo forzado.

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Es importante haber ido teniendo conversaciones de forma natural, gradual y naturalizar la existencia de la sexualidad"
 asegura por su parte Silvia Cintano, directora de la Unidad de Sexología del centro psicológico Instituto Centta de Madrid

A veces, las familias sienten una presión enorme porque piensan que han de tener todos los conocimientos para transmitírselos a sus hijos. Hay preguntas que ni siquiera tendrán una respuesta estándar, la labor de las familias será que los hijos encuentren las suyas propias.  

La educación sexual es amplia, va más allá de los aspectos biológicos o reproductivos e incluye elementos como la autoestima, las emociones, la comunicación o el placer"
Expone Hurtado. Así, la sexualidad no es sólo información sobre el coito es, sobre todo, valores, creencias, actitudes y comportamientos. Los padres hacen educación sexual con lo que hacen, con lo que dicen y también con lo que callan, con sus gestos, con las actitudes que toman ante ciertas cuestiones y con el lenguaje que utilizan.


Un análisis de 13 estudios publicados entre 1980 y 2011 llevado a cabo por Vincent Guilamo-Ramos, de la Universidad de Nueva York (EEUU), concluyó que:

Los padres (y no las madres) demasiado estrictos o demasiado flexibles suelen estar detrás de un inicio más precoz en el sexo".
Pensar en una sexualidad sana y naturalizada, hablar de estar preparados, de anticonceptivos, de libertad sexual, de lograr que tomen sus propias decisiones sin coacción o presión social no es incitar a los más jóvenes a tener relaciones sexuales, sino a que estén preparados para cuando decidan vivir su sexualidad de diferentes maneras".

“Lo importante no es tanto la edad a las que se inician unos u otros tipos de relación, sino ayudar a chicos y chicas a tomar decisiones acordes con sus deseos y no con las presiones sociales", insiste Hurtado. 

El objetivo es en todas y cada una de las etapas no sólo es mostrarles conocimientos sino ayudarles a que sepan tomar sus propias decisiones, que sean libres a la hora de decidir, que sepan decir 'sí' y 'no' cuando ellos quieran y sin presiones. Los padres ponen las raíces de esos valores y creencias que luego irán, poco a poco, nutriéndose de otras fuentes. 


Es importante en la infancia enseñar, las distintas partes del cuerpo, la higiene, la existencia de dos sexos, los diferentes roles de género, los múltiples modelos de belleza, los valores sobre los diferentes tipos de relaciones y, sobre todo, el fortalecimiento de la autoeficacia y la autoestima

En la pubertad y adolescencia, hay que incidir sobre los cambios físicos y sicológicos que surgen en esta etapa, por ello es importante enseñarles el porqué de estos cambios y la razón por la que sienten apetencias nuevas.

Enseñarles qué es lo que deben hacer para no dejarse llevar por las emociones y que tomen decisiones sin precipitarse.

Hay que informar sobre la respuesta sexual humana, las primeras veces, los deseos y las fantasías, los diferentes modelos de pareja, los métodos anticonceptivos, enfermedades de transmisión sexual, etc. Por otro lado, es importante seguir formando en cuestiones sobre el amor y enamoramiento, la seducción, las posibles dificultades en relación a la orientación del deseo o los roles de género. Y, por último, seguir fortaleciendo la autoestima, autoeficacia y asertividad, en la pareja y para combatir la presión grupal. 

Fuente: Soy carmin


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